Wednesday, April 23, 2008

LA INDEPENDENCIA DOMINICANA

LA INDEPENDENCIA DOMINICANA

Conferencia

Dante Ortiz Nuñez

Transcripción: Dr. Sobieski De León Lazala

¿Por qué no titulamos hoy “La Independencia Dominicana, sino Procesos de la Independencia? Ello se debe a que, si por ejemplo nosotros abordamos un vehículo, lo usamos y nos dirigimos a un sitio donde queremos ir, si nos detenemos a reflexionar cuántas cosas hay implícitas en ese hecho, nos daremos cuenta que hay muchos detalles. Por ejemplo, desde la extracción del mineral, de la elaboración del caucho para las gomas, los cables de las luces, el diseño de las piesas, la metalmecánica, el proceso ingenieril de su construcción como vehículo, el mecanismo de explosión interna del motor y todo lo necesario para poner el aparato en movimiento, conllevaron toda una serie de procesos hasta llegar al producto final como vehículo capaz de llevar a alguien a un lugar determinado.

Exactamente lo mismo ocurrió con la Independencia Dominicana.

Los pueblos de la geografía dominicana apenas sumaban 126,000 habitantes de acuerdo a fuentes documentales de la época, diseminados en algo más de treinta villas. Ninguna de esas comunidades podía, a ciencia cierta, ser denominada como una ciudad. Ni siquiera Santo Domingo. Pongámonos también de acuerdo en que no teníamos una pulgada de carretera, todavía no se había creado el tendido eléctrico, no habían puentes y vivíamos en un absoluto aislamiento. Tanto es así que una comunidad del Cibao llegó a tener rasgos linguísticos culturales totalmente distintos a los de los pueblos del Sur y del Este.

De modo que al hablar de lo que sería el pueblo dominicano, la República Dominicana en el año 1844, tenemos que preguntarnos cómo es posible que en el marco de esa precariedad antropológica pudiera alguien concebir la idea de estructurar a un grupo de jóvenes, articularlos políticamente, incidir en los procesos libertarios, primero de Haití, y luego constituir un país libre e independiente.

Estamos en presencia sin lugar a dudas de una obra de ingeniería política con muy pocos recursos materiales, económicos y humanos; de ahí catalogamos la grandeza de ese proceso independentista. Algunos habrán oído decir que en 1844 se safó un tiro y que eso puso en movimiento las fuerzas independentistas; también se ha dicho que en 1844 logramos la Independencia sin derramar sangre. Y hay quienes han afirmado que llegamos a sangre y fuego a la guerra de Restauración iniciada el 16 de Agosto de 1863 y terminada en mayo de 1865, y que ésta era la verdadera Independencia y no la de 1844.

A estas afirmaciones quisiera dedicarle parte de mi intervención para aproximarnos a lo que en realidad fue el Proceso de Independencia.

Comencemos por establecer que en el año de 1605, aquí se llevó a cabo un proceso de desalojo masivo de la mayor parte de la población que vivía en la Banda Norte (Puerto Plata, Monte Cristi, Bayajá y Yaguana), en Bánica y en San Juan de la Maguana. Estas poblaciones fueron obligadas a trasladarse a los alrededores de Santo Domingo. Eso es lo que se conoce como “Las Desvastaciones de Osorio” que fue un proceso de 1603 a 1605, en donde hubo disolución de los distintos ayuntamientos y sus respectivas salas capitulares, rechazando la decisión del Rey Felipe III, de despoblar la Banda Norte. Los argumentos de unos y otros salta a la vista en los documentos de que disponemos, en los que unos aducían que estaban defendiendo que pudieran comprar el cuero de res a cinco, seis y siete pesos la unidad, y otros por su parte, estaban en una actitud de rebeldía civil por el abandono de más de veinticinco años (desde 1580) en que la Metrópoli (España), tenía sumida a la isla. De manera que observemos que hay una “rebelión” que se dió aconocer con el nombre de “Rebelión de Guaba”, donde surje por primera vez el gentilicio de “dominicano”.

Cuando las autoridades encabezadas por Osorio, y las demás autoridades civiles y militares de la época colonial abordaron a los habitantes de esta zona para conminarlos a que abandonaran el territorio y el “rescate” o contrabando con los barcos franceses y holandeses que navegaban en la zona, ellos respondieron: “Pero nosotros no nacimos en España; nosotros no tenemos la piel como los españoles; nosotros no hablamos como los españoles”. Quien dijo esto fue Hernando Montoro, líder de ese movimiento insurreccional en ese momento, quien rechazaba el plan de Osorio y sus desvastaciones.

Hubo énfasis en lo siguiente: Ni hablamos ni nos comportamos como los españoles, ni tenemos la piel como ellos. ¿Qué estaba diciendo Hernando Montoro en ese momento? Sencillamente que él y sus compañeros sublevados no eran españoles porque tenían diferencias fundamentales. Diferencias físicas, culturales, de comportamiento frente a los españoles. ¿Y qué es un pueblo sino una unidad linguístico-cultural?

En nuestros días hubo un líder político llamado José Francisco Peña Gómez, que lo tildaban de “haitiano”. Pero si tomábamos a Peña Gómez y lo llevábamos a Haití, allá en Haití, Peña Gómez, era extranjero. Y lo era porque Peña Gómez no hablaba, ni se comportaba, ni comía, ni bailaba como un haitiano. Porque los pueblos no son el color de la piel; los pueblos son una unidad lingüístico-cultural
Y resulta que ahora, los dominicanos, sobre todo los más jóvenes, queremos que un señor llamado Alex Rodríguez que nació en los Estados Unidos de Norteamérica, que no sabe lo que es una arepa, ni lo que es un mabí, que nunca ha bailado bachata, que no tiene las manifestaciones cotidianas de la cultura dominicana, lo quieren imponer como dominicano. Y resulta, que desde el punto de vista linguistico-cultural, él pertenece a una comunidad distinta.

Volviendo a Montoro, cuando se enfrenta a los delegados de Osorio, le estaba diciendo: “Usted representa a los españoles y nosotros a una comunidad lingüístico-cultural totalmente distinta”. En ese momento entonces es que nace el gentilicio “dominicano”. Muchos se preguntarán ¿de dónde viene este nombre? No es el momento de hacer la historia del gentilicio dominicano, pero digamos que viene de Domingo de Guzmán, más tarde conocido como Santo Domingo de Guzmán, creador de la Orden Religiosa de los Predicadores conocidos como “dominicos”. De los “dominicos” va a venir “dominicanos”. De modo que sin que todavía fuéramos un pueblo con todas las características antropológicas de un pueblo, ya teníamos un nombre; éramos “dominicanos”. Para nosotros era diferenciarnos del agente colonial dominante que venía a la isla y que en modo alguno se involucraba con las caracteríticas de esa comunidad que se estaba gestando en la parte oriental.

En 1605, estábamos en los albores del siglo XVII; este siglo se va a caracterizar por enfrentamientos a muerte. Primero con holandeses, después con ingleses. En este punto debemos recordar que Inglaterra se constituyó en 1648, en lo que pudiéramos llamar la “primera potencia mundial”. Debemos apuntar que en 1655, esta primera potencia mundial fue derrotada militarmente en esta isla por los dominicanos organizados en cinco demarcaciones y la milicia española; de manera que este pueblo que se estaba formando de la mezcla de españoles e indígenas, y de indígenas y negros africanos, y de africanos y españoles, fue incubado en el
enfrentamiento con las tres principales potencias colonialistas de la época: España, Inglaterra y Holanda.

Desde 1629, vamos a tener una larguísima guerra con los franceses, con algunos períodos de descanso desde luego. Desde ese año, los franceses, huyendo de una pequeña isla llamada Saint Kidds, vinieron a parar a la Isla Tortuga (en el litoral noroeste de nuestra isla). Estando como estaba, libre de habitantes, era rica en ganado vacuno, caballar y porcino. Estos franceses, y de otras nacionalidades, encontraron aquí una gran riqueza y se dedicaron a tomar ese ganado, quitarle el cuero y venderlo en Europa. Nos enfrentamos entonces desde 1630 hasta 1697, con el imperio colonial francés. De modo que si en 1605 estaban los holandeses, en 1655 derrotamos a los ingleses y estuvimos entrentados desde 1630 a 1697 a los franceses (¡67 años!), podemos decir que la pequeña semilla que había sido el pueblo dominicano en esa época, fue agigantándose en lucha permanente contra la dominación extranjera.

Creemos que en el estudio de los procesos de independencia de América Latina no vamos a encontrar un solo pueblo que haya tenido que enfrentarse a los tres principales potencias coloniales de la época, al mismo tiempo que se enfrenta y se diferencia de la madre-patria, España. Es un momento en donde surge la mulatería, que es el rasgo físico central del pueblo dominicano. Según muestran los estudios de hoy día, vamos a tener algo menos de un 7% de población blanca incluídos los extranjeros; menos de un 7% también de población negra, incluyendo a los domínico-haitianos; de manera que el grueso del dominicano es mulato. Y mulatos porque aquí habían varios ramales indios o amerindios para decirlo con propiedad. Por otro lado, aquí llegaron más de cuarenta etnias de Africa; vinieron también varios grupos raciales blancos de Europa. Podemos concluir que tampoco se trata de tres razas puras en nuestros orígenes sino de tres troncos con diversidad. Esas uniones van a dar ese panorama étnico que tenemos hoy donde existen desde nórdicos europeos hasta de las tribus bantúes africanas. Fue así como se fue forjando nuestro país.

Observemos que al margen del rango físico el blanco más blanco de este país sabe lo que es una arepa, y el negro más negro por igual. Podemos resumir que el punto común es el rasgo lingüístico-cultural. A medida que este pueblo se iba forjando como tal, que iba creando una identidad que si bien tiene al español como elemento fundamental, si a cualquier dominicano no letrado lo llevamos a Castilla, o a Madrid, y lo ponemos a hablar, muchos se van a preguntar en qué idioma está hablando, y esto no sólo en Madrid, sino en otras comunidades latinoamericanas. Porque si bien tenemos al español latinoamericano, también tenemos la versión dominicana, la cubana, la panameña, la mejicana, y así por el estilo. De modo que nosotros estamos bien diferenciados como pueblo.

Hay quienes afirman que no sabemos quiénes somos.. Pero sí sabemos quiénes somos en el rango cultural. Ahora bien, cuando pedimos a este pueblo que intelectualice el proceso de gestación del pueblo, eso no lo puede hacer porque eso es tarea de los antropólogos, de los sociólogos, de los historiadores y otras disciplinas, y resulta que ninguno de los tres tampoco lo puede hacer por separado y la razón es que tiene que haber un proceso multidisciplinario donde cada quien nos sentemos a exponer los elementos sociológicos, antropológicos o históricos que intervinieron en este proceso de formación.

El historiador hará el recuento histórico que hayan aportado los distintos grupos que han venido a nuestro país para distinguirlos entre sí. Nos estábamos constituyendo como “dominicanos” en oposición a los franceses, a quienes enfrentamos en el siglo XVII durante sesenta y siete años; luego a lo largo del siglo XVIII, los años que van de 1701 a 1800, el pleito fue permanente porque ellos intentaron prolongar la frontera -¡y lo logran en demasía!-, mientras que por nuestra parte nosotros intentamos rechazar ese proceso.

De manera que en el siglo XVII nos enfrentamos con españoles, holandeses e ingleses y en el siglo XVIII, sólo y fundamentalmente con franceses. ¿A quién vamos a tener con la mayor animadversión contra la dominicanidad? Pues a los franceses. Eso no es casualidad. Si buscamos el proceso de gestación del pueblo colombiano y del pueblo venezolano, veremos que ha habido un problemas históricos en esa frontera, que ha tenido –y aún hay- muertos. Pero eso no sale en
primera plana en los periódicos. Muchos no tienen idea del conflicto entre guatemaltecos y mejicanos, o entre hondureños y nicaragüenses, o entre costaricenses y nicaragüenses. Dondequiera que hay una frontera, hay conflictos, problemas, “tierra de nadie”. Amores y desamores. Eso se refleja en que un grupo sea xenofóbico , es decir que le tenga fobia a su hermano vecino, y otro grupo sea xenofílico o que sientan un enorme placer en negociar, en sacar ventajas o explotar a los vecinos menos desarrollados. Lo que estamos diciendo es materia prima
para una nueva convocatoria donde podamos hablar tan sólo de conflictos fronterizos de los últimos cien años. Mientras tanto lo podemos dejar en este punto y volver al tema que estamos desarrollando sobre la independencia nacional.

Nos estamos también diferenciando de los franceses, y en 1795, con un típico acto de irresponsabilidad como ocurrió en 1603 con el rey español Felipe III Mandando a desbaratar la Banda Norte, se produce ahora –como resultado de la Revolución Francesa-, una invasión de los franceses en España. Para liberar el territorio español y sacar las tropas francesas, el rey Carlos IV ordena al Príncipe de la Paz, Godoy, negociar con los franceses. El rey dice: “Dale lo que te pi
dan, pero sácame esas tropas de España”.Estaban dispuestos a darle a América Central, señores. Pero Godoy, es tan hábil cuando van a negociar que les pregunta a los franceses qué es lo que quieren. La respuesta fue clara: “La parte española de la Isla de Santo Domingo”.

El rey Carlos IV fue uno de los reyes más irresponsables de todos los que pasaron en la Historia de España, al extremo de que, cuando se produce una segúnda invasión napoleónica a España en 1808, intenta unir las dos partes de la isla.

El pueblo español repudiará y decidirá que Carlos IV no sea más su rey y va a exigir como tal a su hijo Fernando que gobernará como Fernando VII y será conocido en la Historia de España como “El Deseado”.

Es Carlos IV, a través del Príncipe de la Paz, Godoy, quien entrega nuestro territorio a Francia en 1795 mediante el Tratado de Basilea. Nosotros teníamos más de cien años luchando contra los franceses. Nos hicimos pueblo, nos hicimos adultos luchando contra los franceses, y este rey español, mil veces irresponsable sin consultarnos, nos entrega.

En 1801 Toussaint Louverture –a nombre de Francia, y a nombre del Tratado de Basilea, pero sin consultar al Gobierno de Francia-, ocupa la parte española para “hacer que se cumpla el Tratado de Basilea”. Se ha dicho horrores de Tousaint, pero lo primero que hizo fue liberar a los esclavos. De todas maneras el proceso de independencia haitiano fue tan sangriento –y lo era en ese momento que las clases sociales altas, los mismos esclavos nuestros y los “libertos” tenían miedo porque nunca en esta parte se había vivido un acontecimiento de la magnitud sangrienta como los que se produjeron en San Marcos en 1791 hasta 1793, y luego, la guerra civil, y más tarde la invasión inglesa, y aún más tarde el enfrentamiento entre Toussaint y Francoise y otros.

¿Qué hizo Toussaint para apropiarse de tres pueblos? Primero se apropiaron de los cabildos, después de la Real Audiencia y derogaron el derecho de que alguien siendo mulato y criollo no pudiera ser jefe del ejército. Como la Real Audiencia era un tribunal, y como saben los abogados los tribunales tienen lo que se llama juridiscción, entonces como se había luchado en determinada jurisdicción, cuando algo se declaraba independiente eso se constituía en un país, digamos como ocurrió con Colombia, Ecuador, Perú, y así por el estilo.

De las viejas jurisdicciones de la Real Audiencia salieron los países.. ¿Cómo se manifestó ese movimiento internacional en nuestro país? A través de volantes que traían aquí los comerciantes de Caracas.

En Azua, los comerciantes se pusieron de acuerdo haciendo un movimiento que sería el primero que se haría llamar independentista. Las cosas no estaban muy claras; .pero nació en Azua con elementos africanos –ya mulatos dominicanos-, con comerciantes de la clase media. Los grandes propietarios de tierra y los demás no estaban de acuerdo con eso, porque su prestigio y poder venía del poder de España.

Para nosotros entender la independencia dominicana hasta la guerra restauradora, los dueños de tierra y vacas llamados hateros (y hoy terratenientes) estaban Identificados con España y eran partidarios de que no hubiera cambios. Comerciantes que tenían que moverse en recuas de mulas (de hecho eran buhoneros)

De un pueblo a otro viendo su miseria, tratando con la gente y empapándose de la realidad del país iban a ser los que participarían de la idea de la independencia. A ese grupo de comerciantes se unió un hatero o dueño de reses de Cotuí llamado Juan Sánchez Ramírez y se pusieron de acuerdo al igual que la Iglesia Católica; ésta jugó un papel importante “agitando las masas” como diríamos hoy porque el principal medio de comunicación era el púlpito; la iglesia llamaba a éstos a favor o en contra y trazaba la línea y el campesino analfabeto reconocía la autoridad eclesiástica. En realidad no sólo los analfabetos sino todos, reconocían la autoridad de la Iglesia para que se unieran a los caudillos. Pero el liderazgo lo tomó Juan Sánchez Ramírez, que no era ni aliente ni pariente de Ciriaco Ramírez. Convocaron a los franceses y al gobernador Ferrand a la Sabana de Guabatico, en el Seybo, y dispusieron de las tropas en un abrir y cerrar de ojos, y en un tiempo brevísimo no quedaba ni recuerdo de las tropas francesas. Abandonaron el campo de batalla, se desperdigaron por los montes bajo persecución y el gobernador francés decidió suicidarse de un tiro. El padre de Pedro Santana le cortó la cabeza y la exhibió. La persecución duró dos meses.

Llegaron los días del dieciséis, diecisiete y dieciocho de diciembre de 1808, y la gente de Ciriaco Ramírez quiso la independencia, así como también la de Juan Sánchez Ramírez. Convocaron lo que podemos llamar el “primer congreso dominicano” en la Quinta de Bombillo (ese lugar, “Bombillo”, estaba donde se encuentra en la actualidad la Junta Central Electoral en la Plaza de la Bandera, en Santo Domingo. A todo ese lugar se le llamaba entonces Marmanagua). Allí se reunieron los delegados en una casa de yagua, y los nombres de las personalidades que asistieron a aquella reunión están registrados en la historia del país.

El tema que se discutía en aquel “primer congreso dominicano” era si íbamos a ser independientes o volvíamos a ser colonia española. ¿Y que se acordó? Se acordó hacer presos a todos los que querían la independencia y freírlos en alquitrán. Ese fue el precio que pagaron los que lucharon en 1808 por la independencia dirigidos por Ciriaco Ramírez, quien fue hecho prisionero y recluido en la Fortaleza Ozama, donde acabaron sus días. Porque para esa época los movimientos independentistas consistían en un elemento agitador que los demás seguían por razones de compadrazgo, porque lo querían y respetaban por ser un hombre serio pero sin entender lo que esa persona tenía en su cabeza.

En 1810 estando Ciriaco Ramírez preso, dirige desde la cárcel otro proceso de Independencia que no cuajó y que es injusto que se le llame “Rebelión de los Italianos” porque apenas hubo un italiano, y había gente de Colombia, de Puerto Rico, pero el gran grueso era de dominicanos. Es impropio llamarle Rebelión de los Italianos porque allí sólo estuvo un italiano, el capitán (Essix ¡?) que había venido en la expedición militar de 1802 enviada por Napoleón Bonaparte y encabezada por el gobernador Víctor Emmanuel Leclerc.

En 1812 hubo otro proceso de independencia. En Santo Domingo existe un lugar llamado La Cruz de Mendoza, en donde se ahorcó a Pedro de Seda, líder negro esclavo de ese proceso. En 1808 Napoleón había invadido por segunda vez a España que en ese momento estaba organizada en “Juntas Populares”. Todas éstas se reunieron el día de la invasión y crearon la Junta Suprema de Sevilla con el encargo de luchar contra la dominación francesa.

Hacia 1812 esas juntas se reunieron en Cáliz, al sur de España en el Mediterráneo, eligen diputados y se pusieron a discutir y hacer una “constitución”, que viene a ser la primera constitución liberal, progresista, de la España del siglo XIX. Allí hubo incluso delegados dominicanos y de todas las colonias. Se acordó que en América (Latina) habían tres clases sociales. Una, los libres, únicos que podían ser comerciantes y tener derechos políticos y ciudadanos, pues existían los libres sin derechos ciudadanos o políticos, que eran los que constituían la segunda clase o clase media. Imaginemos todo lo que había luchado la clase media para que ahora vinieran a decirle que no tenía derecho a transferir herencia, a ocupar un puesto en el ejército (como soldado sí, pero no como oficial), tampoco podían ser jefes en la Iglesia. No tenían derechos civiles ni políticos, de ninguna naturaleza. La “tercera clase social” estaba representada por los esclavos, según esa constitución liberal y progresista de Cáliz. Estos representaban el resto de la población, el más numeroso.

¿Cuál era la representación de la población que tenía “derechos”? Sólo el 4% de la población. Esto es importante para que entendamos a José Nuñez de Cáceres.

Cuando aquí llega la idea de la igualdad se produjo una rebelión en una finca del Señor Mendoza (hoy Ensanche Ozama) donde podemos encontrar una cruz de metal donde se ahorcaron las personas que participaron. A ese movimiento se le llamó Movimiento de Mendoza y Mojarra. Mojarra, quedaba frente a frente a lo que hoy llamamos Hainamosa, nombre taíno.

Llevamos entonces acumuladas las luchas por la independencia de 1808, 1810 y 1812. Pero en 1814 se produce otro levantamiento esclavo en lo que hoy es la provincia de La Romana, al cual se le denominó La Rebelión de Chavón. Entre otras cosas plantearon la lucha por su independencia. Era lógico para esa época que un esclavo analfabeto no podía estar hablando de independencia, de modo que detrás de esto debió de estar algún agitador, algún letrado. Así eran las cosas.

Para 1820 habrán tres rebeliones en la frontera por la independencia, y en 1821, tres rebeliones más. Una de éstas últimas ocurrió el 1 de diciembre de 1821 que proclamó el nacimiento del Estado Independiente Haití Español,conocida también como Independencia Efímera de José Nuñez de Cáceres, que apenas duró cinco semanas terminando en fracaso.

Si luchamos en 1808, 1810, y 1812, y Duarte nació en 1813, entonces aquí hubo luchas antes del nacimiento de Juan Pablo Duarte. Y si luchamos en1814, Duarte tenía un año de edad, y en 1820, tenía ocho años, y en 1821, nueve años. El padre de Duarte tenía una quincallería, que era el nombre de la época (siglo XIX) para una ferretería. Estaba localizada en lo que se conoce hoy como La Atarazana, palabra árabe que significa “almacén”. La Atarazana era el almacén del Palacio de Diego Colón (Alcázar de Colón). Hoy día todo el lugar se le llama Plaza de La Atarazana. Aquí, frente a la Puerta de Don Diego, por una puerta entraban los pasajeros de los barcos, y por otra los esclavos. Frente a todo esto, tenía Don Juan José Duarte, su quincallería,

donde hacía negocios de importación. Por eso veremos como la posición económica de la Familia Duarte-Diez, le permitirá sacar a su hijo adolescente dedieciséis a diecisiete años, a estudiar inglés a los Estados Unidos de Norteamérica, y lo que ahora se llama Contabilidad y que en aquel entonces se conocíacomo Teneduría de Libros.Allí agotó una jornada de formación y de allí parte hacia Alemania. Este caballero que nosotros conocemos como Duarte, del cual sólo hay una foto original, era de baja estatura, delgado y muy enfermizo. Juan Pablo Duarte llega a Europa a principio de la década de 1830. En esos momentos hay unos líos políticos terribles y vive esos procesos políticos. Está en auge un movimiento llamado Movimiento Romántico; dentro
de los románticos había un grupo radical llamados “los carbonarios”; son gente que se dan la mano y se transmiten mensajes en el saludo. No estamos hablando de la logia masónica que vendrá más tarde, sino de los carbonarios, los románticos y la lucha de masas contra la monarquía en Europa.

Conoce lo que son las luchas por las autonomías regionales de España, el latín, llevado llevado a la península ibérica por el imperio romano, lo mismo que el concepto de provincia, el concepto de organización para el ejército y toda una tradición greco-romana; el latín tuvo una nexia (contacto) con distintos pueblos y va a dar origen a una lengua llamada lenguas romances, como el catalán, el gallego, en fin varias lenguas. Esta gente nace, se desarrolla, se hacen hombres y mujeres hablando catalán.¿Qué es eso de español?

El pueblo de Cataluña estaba en lucha contra el gobierno central madrileño para lograr el fuero o autonomía. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en diciembre de 1961 conquistamos el fuero universitario, lo que significó que en ese espacio del país llamado “universidad” teníamos nuestro auto-gobierno y ahí nos dábamos nuestras propias leyes.

A lo largo de la Edad Media y principio del Renacimiento hubo cientos de ciudades en Europa que gozaron de fuero, autonomía o auto-gobierno. Duarte presenció como el pueblo catalán conquista el fuero para Cataluña. Cuando se agota la jornada de estudio estamos en presencia de un joven que habla cinco idiomas, que ha vivido en la Europa más corrompida que nos podamos imaginar que va a dar más tarde lugar a Los Miserables, de Víctor Hugo, un joven que no se corrompe, altamente religioso, sagaz políticamente, que estudió Filosofía, que era experto en Geografía, pero que también se involucra en el teatro y por eso trae al país varios chalecos rojos, porque ese era el símbolo de “los románticos”. Y trae además libros. Y cuando llega en 1834 ó 1835 lo cual no está claro aún, pero que no tiene mucha importancia tampoco, lo primero que hace es reunir 26 jóvenes a los cuales empieza a darles clases de Política, de Geografía, de técnica de esgrima, y dentro de los cuales selecciona el núcleo que formará La Trinitaria. Todo esto no fue improvisado.

¿Qué había aprendido Duarte con Vicente Celestino, que era tan radical como él, y con otros fuera de la familia? Que los movimientos independentistas que les antecedieron habían fracasado, de modo que se pusieron a analizarlos uno por uno, buscando la causa del fracaso.

Duarte acude a las mujeres; va e interroga a los abuelos, a la gente de las vivencias políticas, investiga por qué fracasó el intento de independencia decada una de las fechas que ocurrieron; se puso a indagar en la Historia la razón por la cual no fuimos libres, llegando al extremo de preguntarse sobre José Nuñez de Cáceres, una persona vilipendiada en la historiografía dominicana y al cual tenemos la obligación de reinvindicar. Porque si en 1844 sin una pulgada de caminos vecinales, 126,000 dominicanos aislados en unas treinta villas hicimos la independencia y no la pudimos sostener mas que diecisiete años, cómo se le iba a pedir más con menos comunicación, más aislados y con menos comprensión, que Nuñez de Cáceres triunfara en
el marco de una sociedad como la que le tocó vivir. Se dice entre los historiadores modernos que fracasó porque no les otorgó la libertad a los esclavos. Probablemente sea cierto, pero él liberó a los de él. Me permito decir que esa es una acusación además de injusta, falsa. Bolívar (Simón José Antonio de la Santísima Trinidad) liberó también sus esclavos y decretó la libertad de los demás. Cuándo se iba a sospechar que en 1848, cuando los huesos de Bolívar estaban blancos, plantearse que pacíficamente se podíaconceder la libertad a los esclavos? ¿Quién puede nombrar a un solo libertador en América Latina que lo haya hecho? Ninguno. Si ninguno lo hizo, y el único que lo hizo fue Bolívar con los de él, y el nuestro –José Nuñezde Cáceres-, ¿por qué entonces condenamos a nuestro prócer?

Me parece una injusticia histórica. Pero además, José Nuñez de Cáceres estaba actuando imbuido por la constitución de Cáliz, y para ganarse al núcleo gobernante no podía libertar a los esclavos; él tuvo un plan que se llamó el “Plan de Manutención”. ¿En qué consistía? Se preguntaba cuántos esclavos se tenía. Si su amo contestaba “cinco”, entonces se les pagaban esos cinco esclavos (se les compraba) e inmediatamente se les otorgaba la libertad. Esto se hacía mediante un acto jurídico en esa época en que vivió Nuñez de Cáceres.

Cuando era el propio amo quien daba la libertad a sus esclavos, eso se llamaba otorgar una “gracia”. Pero también el esclavo podía trabajar y comprar su libertad con el producto de su trabajo; también estaban los esclavos libres lanzados en compradía, circunstancias en las cuales un grupo de esclavos hacían actividades, recababan dinero, iban donde el amo y le proponían comprarle la libertad de uno o varios esclavos; si el amo aceptaba, se procedía a comprar la libertad.

Es fue la situación bien difícil en la que se desenvolvió José Nuñez de Cáceres. ¿Qué aprendió Duarte de todo esto? Aprendió que negros y blancosdebían tener los mismos derechos. Y en uno de los escritos de Duarte está esto muy claro. Habla de la democracia de razas. Y aquí ha habido gobernantes, de los que hemos tenido con posterioridad a la independencia del pueblo dominicano, que todavía no han sido capaces de aplicar eso.

En 1838, como muchos sabemos, se formó La Trinitaria; pero ésta se auxiliaba de La Dramática para hacer obras teatrales, y de La Filantrópica, para hacer propaganda política como elaboración de afiches y paquines que se hacían de noche y se tiraban por debajo de la puerta. El merengue que nació durante la dominación haitiana, lo usaron los trinitarios como reafirmación cultural dominicana; el merengue dominicano fue la respuesta a la música haitiana.

Otro rasgo de la lucha de los trinitarios dirigidos por Duarte fue que aquí tuvimos dos batallones de dominicanos cuyos oficiales eran haitianos: Los Batallones militares 31 y 32. Boyer, había decretado el servicio militar obligatorio y Duarte ordenó a todos los trinitarios ingresar al ejército, hacer los ejercicios y aprender la disciplina “para ir formando el ejército de la futura república”. En esto también demostraba ser un visionario.

Aquí volvemos a la pregunta que ya nos habíamos hecho con anterioridad: ¿por qué fracasaron los movimientos anteriores? La respuesta era simple: Porque no tenían una “organización”. Y esto fue lo que hizo Duarte: ¡construir una organización! Una organización que se auto-reproduce, que educa –y aquí podemos hablar de las representaciones teatrales que hacía Duarte con los libros que había traído de Europa y con sus trinitarios, pero también con gente que no eran trinitarios sino colaboradores.

Debemos dar un dato interesante: Las mujeres dominicanas participaron de una manera masiva en el proceso de independencia. Duarte ordenó que a las hermanas, primas, novias, las involucraran, y entonces a todas se les llamó “las comunicadas”. Es decir, Duarte crea un frente de mujeres apoyando la labor de los jóvenes; tiene teatro y tiene propaganda. Participa y se une a los reformistas haitianos en la Revolución Negra de 1843, y participa en un proceso elecciona
rio para elegir ediles o regidores a los ayuntamientos en agosto-septiembre de 1843. Tenemos en Duarte pues, el hombre que participa en teatro, en una conspiración y al mismo tiempo va a elecciones. ¿Habráse visto semejante madurez política? Pero con una vanguardia orientada.

Duarte no tenía que estar presente físicamente en todo, porque la estructura de La Trinitaria, el juramento, el sentido de lealtad y el deterioro de la dictadura de Boyer, que ya cumplía veinticinco años en el poder, era de tal magnitud que aunque Duarte no estuviera en la Independencia, no se detuvo el proceso de la misma.

Cuando Charles Gerard Aimé invadió Santo Domingo, hizo un despliegue tal de tropas que amedrentó a la población que respondió cerrando sus puertas.

Duarte y algunos trinitarios tuvieron que salir del país; Mella, fue hecho preso, y Sánchez, tiene que simular su propia muerte y entierro. Cuando Charles Gerard Aimé vino, como la mayoría del Regimiento 31 y 32 eran dominicanos, se los llevó para Puerto Príncipe; allá hubo una conspiración para asesinarlo y los dominicanos lo defendieron y salvaron su vida. Su conclusión fue que, si esos eran dominicanos y lo salvaron, el premio que podía darle era retornarlos a Santo Domingo, por lo que manda de nuevo a su lugar de origen a los Regimientos 31 y 32 con todo y oficiales. Por eso, con los dominicanos infiltrados en el ejército haitiano, el asunto no era ponerse a tirar tiros para matar a la gente, sino que mediante un solo disparo, proceder a hacer prisioneros a los oficiales concociendo que la mayoría de los regimientos eran dominicanos.

En estas circunstancias se proclama la Independencia, y en la noche del 27 de Febrero de 1844, se crea la Junta Central Gubernativa de Santo Domingo presidida por Sánchez..

(Conferencia dictada el 9 de Marzo, 2008, por el historiador y profesor universitario Dante Ortiz Nuñez en el Honorable Ayuntamiento de San Juan de la Maguana, auspiciada por el CURO-UASD. Grabacion: Miguel Angel; Transcripción: Dr. Sobieski De León Lazala).-

REFLEXIONES FINAL

REFLEXIONES SOBRE “REVELACIONES”

EL LIBRO DE CARL VALENZUELA Y GINA FARIAS

Sobieski De León Lazala

A: Gina y Carl, con respeto

Todo libro que asome a la luz desde las tinieblas de la ineditez, ha de ser bienvenido,

sobre todo si aparece en una ciudad como San Juan de la Maguana donde la indiferen-

cia –casi desprecio- mantiene a los creadores de textos literarios en el más vil de los

anonimatos y desamparos. Asumirse escritor y querer publicar una obra es entrar en el reino vergonzante de los pedigüeños. Nada más execrable para los vendedores de imágenes y autodenominados dirigentes de una sociedad que debía ser más justa y propagadora de valores e ideas.

“Revelaciones”, es el último libro aparecido en nuestra ciudad, bajo la doble autoría

de Carl Valenzuela y Gina Farías, sanjuaneros.

La obra es “clara como una lámpara; simple como un anillo”. Es un pequeño texto de

ochenta y ocho páginas con un tamaño de 9 x 16 centímetros a doble espacio, trece

páginas dedicadas a diagramas y fotos y un prólogo de cuatro páginas escrito por Sal-

vinia Caminero. Diríamos que es una tesis o propuesta metafísica hecha en formato de

libro. Aunque lo firman dos autores –suponemos que puestos de acuerdo entre sí-, la

obra está escrita en primera persona. Al leerla, se siente tan sólo el aliento de uno.

Múltiples expresiones prueban desde su inicio lo dicho anteriormente:

“…Se repetía de nuevo. Por tercera vez en una semana sucedía lo mismo. Me veía

pulsando el timbre de una puerta extraña…de un sector de Brooklyn nunca antes fre-

cuentado por …”(El Encuentro, pág.15)

Luego, quien narra, se repite en primera persona del singular: “…ante se desgarraba

el velo de una historia sin tiempo…coqueteando y danzando un extraño baile subyugan-

te y sensual, arrastrándome hacia el fondo de un torbellino sin fin…” (pág.53)

“…Anacaona me miró en silencio…” (idem) “…la voz grave y gutural de Caonabó, cortó mis descabellados pensamientos; me dijo: -Hijo mío, te hemos enviado…” (pág.45)

“…un nudo se hizo en mi garganta y sentía (yo) un dolor desgarrante en mi pecho…” (pág.44). “…Es cierto, estaba en mi casa y esos extraordinarios seres que tenía (yo) en el

frente eran los padres que me acogieron en ese entonces y me protegieron como a un hijo de sus entrañas…” (idem)

“Revelaciones”, es un libro metafísico. Lo reconocen sus autores. Por tanto, es un libro

polémico. ¿Por qué polémico? porque cuando se escribe se vende un producto llamado

ideas, pensamientos, vale decir, ideología.

Cuando en la Universidad Apec el escritor sanjuanero Guillermo Piña-Contreras convocó a la intelectualidad de Santo Domingo para discutir el tema “Los Intelectuales y el Poder”

(José Rafael Lantigua, Odalís Pérez, Manuel Nuñez, Antinoe Fiallo, Mukien Sang Beng,

Angela Hernández, el mismo Piña-Contreras, y otros tantos destacados intelectuales), lo

que allí escuchamos fue la más variada cantidad de opiniones, cada quien apertrechado

desde su particular interés. Odalís Pérez, fue el ave solitaria que defendió a rajatablas

que el intelectual no debía adocenarse al poder, que no debía venderse al gobierno de turno. Los libros no son entonces simplemente libros sino vehículos de discusión teórica y debate.“Revelaciones”, es un libro de éstos. Digo que es sencillo. Tan sencillo que un lector “fiebrudo” lo leería en un hora de un tirón. Yo lo leí con más calma, mucho más lento, con un lapicero y una hoja de maquinilla en blanco a mi lado. Cada frase del libro no me dejaba avanzar. Me obligaba a tomar apuntes.

La historia esta bien contada, bien planeada, con la integración del Corral de los Indios,

que los autores llaman unilateralmente (no sabemos basado en qué) “mal llamado Corral

de los Indios”. Intentan establecer como válido un nuevo nombre: Plaza Ceremonial Indígena, que hace ya cierto tiempo algunos intelectuales sanjuaneros de modo “afectivo” y “sentimental” propalan: No estamos de acuerdo con esta aseveración del libro. ¿Y la otra?¿la de Vallejuelo?¿No es también Plaza Ceremonial Indígena...de Vallejuelo? ¿Y la de Chacuey, no es acaso también Plaza Ceremonial Indígena?

La primera –la mayor-, sería Plaza Ceremonial Indígena…de Juan de Herrera, cuyo

nombre propio, histórico, es Corral de los Indios, puesto por los lugareños o pobladores

del lugar y no por los españoles de modo “despectivo” como sus propaladores creen erró-

nea y sentimentalmente. La crónica escrita por Sinecio Ramírez Suazo a este respecto la

cual compartimos, es además de didáctica, contundente. De modo que creemos que ya no

es posible a estas alturas cambiar ese nombre. Recordemos aquello de “Hospital Angelita”

y “Hospital Dr. Robert Read Cabral”. ¿Cómo nombra el pueblo a ese hospital de niños

de Santo Domingo a pesar de un decreto presidencial que anula el original?

Tomemos un ejemplo del mismísimo libro:

“Al llegar al centro del Corral de los Indios, Andrés resbaló y en vez de caer al suelo se

dio cuenta que flotaba…” Y otro ejemplo más que le salió del sub-conciente: “…Aún

estábamos en la cueva cuando me pareció ver en la distancia a Caonabó y Javier haciendo

extraños ritos en determinados puntos del Corral…

He dicho que esta pequeña obra se presta a mucha polémica. Podríamos caracterizarla co--

mo una propuesta metafísica basada en la creencia de “revelaciones” mediante sueños, en

donde éstos no son tales sino una “supra-realidad” (¡otra “realidad” por encima de nuestra

propia realidad!), lo cual es “pura metafísica”, un enunciado falso incapaz de ser demostra-

do. Para un creyente, este enunciado es más que sencillo y lo resuelve en un segundo por

un acto de “fe”, que conforme a uno de los doctores de la Iglesia (Santo Tomás), la define

como “creer en lo que no se ve”. Y punto. Así, el problema es muy fácil de resolver. Pero

ello no quiere decir que esté resuelto. Si los “sueños” son una “supra-realidad” (y las “re-

velaciones” no son más que “sueños”), entonces es fácil entender que podamos hablar

con ángeles, con “maestros ascendidos”, con espíritus y con una “zarza ardiente”. Pura

ilusión de nuestra mente, es decir, de nuestro cerebro, el órgano dirigente del cuerpo hu-

mano dicho hace 2,500 años por el griego Alcmeón de Crotona, primer autor de un libro

de Anatomía y Disección.

Partiendo de un sueño -tres veces repetido-, Andrés, el protagonista, va a vivir con Javier

(un “maestro ascendido”, una especie de “ángel todopoderoso”) una serie de experiencias

absurdas e ilógicas para él (igual que para el lector), pero que al final quedará convencido

(no así el lector) de su “realidad”. Por obra y gracia de Javier, todo se le hará posible co-

mo en un acto de magia. Abordarán un avión en New York, sin tener dinero, con destino a

Santo Domingo, y desde allí viajarán a San Juan de la Maguana, pernoctando ambos –sin

dinero-, en el Hotel Maguana de esta ciudad. Al día siguiente partirán para el Corral de

los Indios y las cuevas de Seboruco. donde encontrarán una serie de petroglifos en las

cuevas que permitirán explicar el plan divino para los hombres. ¿Qué diferencia en esencia

existe entre esto y lo que explicó Liborio Mateo –El Maestro-, es su época histórica?

¡Ninguna!. ¿Por qué no se le creyó a Liborio Mateo cuando estuvo desaparecido, que viajó

al cielo montado en un caballo alado guiado por el arcángel Gabriel (este arcángel se parece

a “Javier”), y que estando en el cielo habló con Dios? ¿Que le dijo: “Regresa a la tierra a pre-

dicar y hacer el bien”. ¿Por qué lo de Moisés y la zarza ardiendo es verdad, una supra-verdad

y lo de Liborio no? ¿Por qué lo del ángel y el embarazo de María es verdad, y lo de Liborio

no lo es? Por qué alguien de la “divinidad” puede hablar con el José de María, y no con el

Liborio de la Maguana? ¿Por qué un “espíritu” puede embarazar a una mujer, y otro “espíritu” no puede levantar a una mujer inválida al conjuro de un buche de ron y las pala-

bras: “salga el mal y entre el bien”?

La metafísica no puede ser selectiva para unos casos, y para otros no. ¿No quedamos en que

era una “ciencia”?¿No es así como la definen sus defensores?

Sobre una historia de petroglifos los autores de “Revelaciones” insertarán una cosmogonía

hindú de reencarnaciones para “purificar” el alma de los pecadores, pondrán un poco de la

cosmovisión de la diosa Gaia, visión teórica de la tierra como “un organismo vivo” compues-

to de un 80% de nitrógeno y un 20% de oxígeno; extenderán la teoría de Gaia a una novedo-

sa “teoría del alma”, en donde ésta aparece compuesta de un 80% de Osvav y un 20% de

Et-yn (pág. 57)

El dato de los petroglifos de las cuevas de Seboruco es irreal, ya que en dichas cuevas no

existe un solo petroglifo. De haber sido así, la antropóloga Glennis Tavárez Maria, sub-direc-

tora de Museo del Hombre Dominicano, estuviera de pláceme, ya que desde hace tiempo,

busca petroglifos en cuevas dominicanas, y en particular en San Juan de la Maguana, una

zona que ha trabajado mucho.

Anacaona, Caonabo, los behiques taínos, y otros espíritus de nuestros ancestros, hablarán de

destrucción y miseria para su pueblo “si no se arrepienten de sus pecados”. Anuncian un nue-

vo apocalipsis como si la exterminación bajo la misma prédica en el siglo XVI por los exter-

minadores cristianos, no hubiera sido suficiente. En este sentido la obra es regresionista, españolizante y predicadora del terror y la destrucción, en otras palabras asistimos a la

re-encarnación de una etapa histórica ya superada.

La obra recuerda a Brian Weiss, psiquiatra regresionista norteamericano y escritor, autor de

las obras metafísicas: Vida Después de la Vida, Muchos Sabios, Muchas Vidas, y Lazos de Amor. Las experiencias de este psiquiatra usando el método de “regresiones” a etapas

o vidas anteriores de sus pacientes, lo llevó a la conclusión de que se trataba de pruebas de

re-encarnaciones de vidas pasadas y comunicaciones con “maestros ascendidos” o “espíritus”

Dicha filosofía de origen hindú ha despertado un gran interés en muchos inmigrantes de los Estados Unidos de Norteamérica en las últimas décadas. Si recordamos que “Revelaciones

comienza tocando el timbre de una puerta extraña de un sector de Brooklyn, y que uno de

sus autores (Carl) vive en New York, es comprensible la similitud de sus obras, tanto en la forma como en la esencia, con el metafísico Brian Weiss. (Continuará)

REFLEXIONES SOBRE “REVELACIONES”

EL LIBRO DE CARL Y GINA

II PARTE

Sobieski De León Lazala

Si los autores se preguntan con honestidad qué deparará el porvenir a nues-

tro país Quisqueya y a sus habitantes y ellos mismos responden que “las inter-

pretaciones de los grandes misterios de los petroglifos cuidadosamente revela-

dos en su obra”, entonces estamos en presencia de una obra de ciencia-ficción

por no decir cargada de ingenuidad, algo así como el poder mágico-simbólico

de la mente de los niños. El lector debe estar advertido en este sentido. ¿Quién

en un momento dado de su vida no ha querido volver a ser niño, agobiado de

tantos problemas de adulto? Incluso sabemos por experiencia humana que si

existe una criatura perversa en la naturaleza, en la vida de los animales, esa cria-

tura es el Hombre (desde luego que incluida la hermosa, atractiva y a veces frá-

gil, mujer).

La obra Revelaciones es de lectura fácil; la narración es fluida, bien estructura-

da; se sabe narrar lo que se cuenta; el lenguaje en sentido general es sencillo,

intelegible, claro, diáfano, con algunos diálogos cortos y precisos que rompen

cualquier amago de monotonía y que en ningún momento asoma el aburrimiento.

Sin embargo la característica fundamental de este texto es el choque constante

entre realidad y ficción, entre lo creíble y lo increíble. Los mismos autores sin

saberlo lo confiesan. Hay cosas que parecen “locura” dicen, como “sentarse en

el aire” (página 42). En esta misma página y en la siguiente se logra captar “el

espíritu mágico del Corral de los Indios, mismo espíritu que propalan los niños

del lugar y los hombres y mujeres que habitan sus alrededores, todos ellos sin lu-

gar a dudas, descendientes históricos de nuestros antepasados indígenas.

En Revelaciones hay entonces una contradicción constante entre realidad e irrea-

lidad, vale decir entre lo dialéctico y creíble, lo metafísico y fantástico, con predo-

minio de esto último. Aparecen fotos reales con montajes de figuras irreales; fi--

guras fantasmagóricas que remedan alienígenas contemplando el panorama nacio-

nal en un Pico Duarte diagramado e irreal. En resumen presentan esas dos catego-

rías filosóficas que intentan explicar a la naturaleza y al Hombre.

A veces los autores no saben qué explicación lógica darle a algo que cuentan:

“…pude ver como resbalaban dos transparentes lágrimas que se convirtieron en

diamantes al golpear la árida tierra que se cuarteaba por doquier…” (pág.44)

O como cuando asombran al lector con un acto de levitación en el mismo centro

del Corral de los Indios: “…no bien llegamos al centro del descuidado terreno

cuando resbalé; manoseé el aire tratando de agarrarme de algo pero estaba visto

que mi caída sería aparatosa e inevitable. Pero no caí al duro, seco y polvoriento

terreno; en vez de eso comencé a elevarme…”(pág.35).

Como propuesta filosófica idealista que es, divide el mundo en dos: Un pequeño

grupo de privilegiados, elegidos o predestinados, y el resto de la humanidad, esa

que “no quiere arrepentirse de sus pecados”, caldo de cultivo de la perdición

eterna. La obra con su “prédica” intenta atraernos al mundo de “los elegidos”.

Ya desde la misma dedicatoria hay una frase sugestiva que no debemos pasar

desapercibida: “…a nuestros antepasados, por escogernos para esta delicada ta-

rea…”

Desde el inicio pues, se nos introduce en lo misterioso y sagrado de la vida. Lo

sagrado (vale decir la divinidad) siempre fue guardado en los templos como

misterio sólo asequible al sumo sacerdote, al intemediario entre los Dioses y los

hombres. Siempre hubo muchos Dioses hasta que el mismo hombre lo redujo a

uno. El fuego por ejemplo fue “sagrado” y como tal, colocado lejos del alcance

de los hombres que no tenían el privilegio de poseerlo. Cuando Prometeo se roba

el fuego sagrado para darlo a “los hombres”, paga bien caro su osadía. Los depo-

sitarios del fuego sagrado, las autoridades que detentan el “poder” temporal, lo

lo atan a una roca y lo exponen a los buitres y otras aves de rapiña para que le

devoren las entrañas. Esta fue una gran lección para el resto de los humanos, sólo

que ella reprodujo entonces muchos Prometeo.

Esta “idea” de elegidos y predestinados hace tiempo ha venido echando raíces

en muchos dirigentes entre ellos “los políticos dominicanos”. Algunos se creen

“elegidos” y más inteligentes que los demás, que sin ellos “se hundiría el país”;

son representantes de la misma filosofía idealista y falsa. Su discurso como el

discurso del Caonabó de los autores, no es otro que el de la prédica del miedo,

el apocalipsis y la hecatombe como método de asegurar su permanencia en el

poder. Desde luego que ése, no es nuestro Caonabo histórico.

No deja de ser coincidencialmente interesante, una advertencia de los autores

de este nuevo libro sanjuanero: “Si el Hombre –dicen en la página 54-56- se

crece y se siente superior a sus semejantes por su poder, pierde la perspectiva,

se equivoca de camino y en vez de seguir ascendiendo empieza a descender to-

mando el camino del abismo”. ¡Diablo! parece una profesía próxima a cumplir-

se el 16 de Mayo del 2008.

¿Qué es lo que en realidad intentan decirnos los autores de Revelaciones? Nos

parece que tratan de mostrarnos un “manual semiótico” de espiritualidad. Pre-

tenden hacernos ver “…simbiosis de lo espiritual, realismo y un sentido que

han dado en llamar sub-real…”(pág.5), y presentarnos “…sueños expresados

como realidades tangibles…”(pág.6).

Esta ficción de hacer levitar a Andrés en el centro del Corral de los Indios, re-

afirma la creencia que todo el mundo tiene aunque desde diferentes puntos de

vista: Que el Corral de los Indios tiene una gran fuerza magnética desde donde

se puede incluso observar el universo; una fuerza espiritual, un misterio, donde

permanentemente concurren espíritus como los de Anacaona y Caonabo en una

demostración de “mediumnidad” con nuestros antepasados cuyos descendientes

directos son nuestros campesinos de hoy.. Baste mencionar que en una de las ori-

llas del Corral, está omnipresente “Amantina”, una servidora de misterio en cu-

yo altar Anacaona y Liborio no faltan, jugando un papel prominente.

En la página 56 se intenta desarrollar una teoría de la re-encarnación, una tesis

platónica de la separación entre el cuerpo (materia) y el alma (espíritu).

Hace ya más de 2,300 años, Platón (427-347 a.n.e.), filósofo griego padre del

Idealismo Filosófico, creó con su cerebro esta dualidad. Creó lo que él denominó

“pneuma” (o “espíritu”). Contrario a Alcmeón de Crotona (500 a.n.e.) primer

autor de un libro de Anatomía y primero en disecar cadáveres de animales, soste-

nedor de que “el cerebro era el órgano dirigente del organismo humano”, Platón

aseveraba que los órganos dirigentes eran tres: Corazón, Hígado y Cerebro. En

cada uno de ellos hacía “residir” un “pneuma” o “espíritu”, que era lo que daba

vida -según Platón- al cuerpo.. Enseñaba que el organismo era la unión de una

parte material (el cuerpo) y otra espiritual (“pneuma, espíritu o alma, que nunca

moría).

Su mejor discípulo, Aristóteles (384-322 a.n.e.) considerado el más grande y ge-

nial filósofo de todos los tiempos, lo contradijo. Aunque era dualista como su

maestro, a diferencia de éste, sostenía que “cuando el cuerpo moría lo hacía tam--

bién el espíritu”.

Después, hasta nuestros días, no ha habido más que repetición, sobre todo de las

religiones. De modo que el concepto de cuerpo y espíritu (alma) de la Iglesia Ca-

tólica no es más que una copia al carbón de Platón y Aristóteles, tomando de és-

te último sólo lo que convenía a su prédica ya que poseía una teoría contundente

en contra de la religión y fue lo que dejó como una sentencia o axioma: “Omne

animale ex animali” (“Todo animal, procede de animal”), siendo el padre de la

Embriología y de la Anatomía Comparada. Para Aristóteles, todo animal –y el

Hombre lo era-, procedía de huevo. El Hombre, después lo supimos, no era más

que el resultado de la unión de un espermatozoide y un óvulo que formaban un

huevo fecundado o cigoto. La hipótesis de Adán y Eva de la religión, se vino aba-

jo. En este tipo de razonamiento (dialéctico) consistía el materialismo de Aristóte-

les.

En la obra que comentamos se sostiene que “…el alma y el aire tienen una estruc-

tura parecida…” (pág.57). Esto no es más que repetición de algo que dijo Platón

hace ya miles de años. No ha de extrañarnos ya que Platón hemos dicho, es el pa-

dre del Idealismo, o lo que es lo mismo de la Metafísica o “ciencia” que estudia a

Dios (Teología) y al “Ser” (Ontología).

La palabra griega “pneuma”, significa “aire”. De ese vocablo proviene la palabra

española “neumático” que la contiene íntegra. ¿Qué es un neumático sino un tu-

bo de goma lleno de aire que junto con la llanta de caucho forman la rueda de un

vehículo?

III PARTE

Neumático entonces es algo (materia) con aire, así como para Platón el organismo

humano no era más que algo (materia) con aire (pneuma o espíritu).

Para los autores de Revelaciones “…el aire y el alma tienen una estructura pare-

cida. El aire está compuesto aproximadamente de un 80% de nitrógeno y un 20%

de oxígeno. El alma está compuesta de un 80% de Osvav y un 20% de Et-yn…”

(pág.57). Conocemos por otra parte, de personas que han intentado “pesar”el alma.

La primera parte del pensamiento anterior no es más que parte de la teoría

de “Gaia”, que presenta el planeta tierra y todo lo que en ella existe como

un “organismo vivo”. Ella existe porque la proporción de nitrógeno y oxí-

geno (80% y 20%) era la necesaria para su existencia; bastaba con una in-

significante cantidad de un 1% en la variación de uno de esos gases (O2),

para que se produjese un gran incendio que hubiera consumido todo lo crea-

do.

Recordamos en este sentido que la Ciencia ha recogido –al menos en los Es-

tados Unidos de Norteamérica- unos seis casos los que ha dado en llamar

“autocombustión”. Mediante ésta, una persona viva sin haberse quemado

ni estar cercana a ninguna llama (sentado por ejemplo en su habitación leyen-

do), se ha consumido espontáneamente quedando tan sólo sus cenizas en la

silla donde se encontraba. Fenómeno misterioso para el cual no tiene aún

una explicación lógica. En ese mismo fenómeno se basa la teoría de “Gaia”,

cuyo nombre se refiere a una diosa antigua.

La segunda parte de su postulado “…el alma está compuesta de un 80% de

Oslav y de un 20% de Et-yn…”) no es más que un invento, una ficción, un

simple juego de palabras, un pre-juicio metafísico, una ilusión. Porque la

Metafísica es eso: Ilusión. Un invento. Una pseudo-ciencia que se crea jui--

cios previos de los cuales parte para luego intentar demostrar lo que nunca

podrá demostrar; por eso la dialéctica como verdadera ciencia le lleva mu--

chos cuerpos de ventaja en la carrera de explicar la Naturaleza y al Hombre.

La dialéctica parte de la tesis: “Todo lo que existe es Materia”. Como sa-

bemos, la característica fundamental de la Materia es el Movimiento, luego

el Movimiento es Cambio, o lo que es lo mismo, Función de la Materia. To-

do lo existente está en continuo, en constante, en eterno movimiento. Forma

y Función están unidos, constituyen una “unidad” dialéctica. Ninguna de es-

tas categorías existen por separado. Nada existe en la Naturaleza que sea está-

tico, inamovible. Todo se mueve. Todo cambia. Heráclito, padre de la dialéc-

tica, anterior a Platón, lo dijo ya desde la antigüedad: “Todo fluye”. “Nadie

se baña dos veces en el mismo río”. Uno es, y no es. Uno existe en el cambio,

en la constante transformación. Un libro “sagrado” lo reconoce en esta expre-

sión: “Polvo eres, y en polvo te convertirás”.

¿Cuál químico determinó la “composición” del alma en osvav y et-yn?

¿Qué es osvav, y qué et-yn? Sencillo: Un invento. Un juicio previo. Como

decir: ¡Hágase la luz!, y la luz queda hecha. Como decir: ¡Hágase Osvav! Y

también Osvav, queda hecho. En eso consiste la Metafísica. En emitir jui-

cios en esa línea de pensamiento, que sus seguidores llaman “Ciencia”, pe-

ro que los verdaderos científicos llaman Pseudo-Ciencia, ya que no puede

demostrar nada (es decir, algo) mediante la experimentación y la repeti--

ción universal de lo experimentado.

Los autores dicen que “…el destino del alma es seguir avanzando hasta la

presencia del Supremo…” (pág.58). Y agregan: “…el camino de regreso al

Padre está sembrado de dificultades, no es fácil llegar al Supremo si se ve

desde la perspectiva del pecado…”

Esta idea de una “Racionalidad Superior” (el Supremo), hacia la cual se

dirige el Ser Humano, el Hombre, es de Aristóteles, y en eso consiste la

parte de la Filosofía llamada Teleología (del griego “telos”, que quiere de-

cir, finalidad). Es Aristóteles quien crea la teoría de la Finalidad del Ser.

Y el “Vitalismo”, o concepto del “hálito vital”, del “hálito de vida” que

reside en cada una de las partes del organismo o cuerpo humano.

“El infierno no es lo que hasta ahora nos ha sido enseñado; para entender

el infierno, tienes que conocer la naturaleza del espíritu, del hálito de vida”

(pág.57).

Si observamos lo que plantea el libro Revelaciones, veremos que en más

de dos mil años de Historia no ha habido ni siquiera modificación de los

términos de los antiguos filósofos. En definitiva el Pensamiento no se mo-

difica tan fácil como relativamente fácil la tecnología modifica a la Mate-

ria misma.

“Los sueños son revelaciones” y “las revelaciones sueños”. En esto consiste

la base ideológica del libro. También en eso se basa la religión católica y la

cristiana en general. Lo que sabemos de Dios y del Ser, es decir de la Divi-

nidad, entra por esa vía en nosotros, pobres mortales. Eso enseña además

la Metafísica. El conocimiento nos viene del Creador, del Supremo, por me-

dio de las “revelaciones”. Sólo una élite, un grupo de privilegiados, de elegi-

dos, tienen el privilegio de hablar con Dios.

Adán (un Hombre, una Materia) se queja de su soledad en el Paraíso Terre-

nal y habla con Dios (un espíritu, una anti-Materia). Moisés, un elegido, un

profeta, habla con Dios en el desierto (entonces tenía Dios forma de “zarza

ardiente”; dice un rabino judío contemporáneo, que “Dios no tiene “forma”).

¿Cómo habla una bola de fuego con un hombre? ¿Cómo nos explica la Meta-

física este problema? Todos los miserables de la tierra se quejan de su situa-

ción, están siendo inmisericordemente explotado por sus iguales, por sus se-

mejantes que se sienten superiores a ellos y desearían hablar con Dios, expo-

nerle sus quejas. ¿Quién los ayuda a comunicarse con El?¿Quién se apiada de

ellos?¿Quién destruye y hecha del paraíso terrenal a los diabólicos, a los satá-

nicos explotadores y a los gobernantes desalmados y ambiciosos que los ex –

primen y se quedan con toda su riqueza, con su “hálito vital”? ¿Qué respues-

ta tiene la Metafísica para este problema fundamental de la Humanidad?

Un ángel habla con un carpintero llamado José, marido de una mujer llama-

da María. Su mujer está embarazada y él tiene duda de su paternidad ya que no

ha ayuntado con ella antes de ese embarazo. ¿Cómo habla un ángel (un espíritu)

con un hombre (que es pura materia) lleno de dudas para convencerlo? “Lo que

ocurre en María, es obra del Espíritu Santo”, le dice. ¿Cómo embaraza un espí-

tu a una mujer virgen? (Hay noticias en nuestros días de “muertos” que se acues-

tan con mujeres y las poseen; las mismas mujeres han sido testigas de eso).

La Ciencia, la dialéctica, explica un embarazo de la siguiente forma: “El

hombre deposita su semen (simiente, semilla) en la semilla de la mujer, y

se forma una semilla fecundada, un huevo fecundado. “Omne animale ex –

animali”. “Todo animal procede de huevo” (Aristóteles) ¿Cómo lo explica

la Metafísica?

Liborio Mateo, un campesino pobre y analfabeto desaparece; va al cielo a

hablar con Dios, montado en un caballo alado blanco guiado por el arcángel

Miguel. Dios le dice: “Regresa a la tierra a curar y a hacer el bien a tus gen-

tes”. Regresa, y empieza a hacer lo que le dijo Dios. Los sacerdotes católi-

cos –representantes de Dios en la tierra- y la clase burguesa sanjuanera po-

seedora del “fuego sagrado del conocimiento”, les niegan ese derecho, les

dicen que no es más que un alucinado. Un demente. Un Dios espúreo, barri-

gón y bebedor.

¿Cuál es la diferencia entre Adán (el del paraíso terrenal), Moisés (el del de-

sierto), el ángel que habla con José el carpintero y le quita sus dudas, los án-

geles, que bajo forma de “humanos” hablan con el Lot bíblico en Sodoma

y que al ser notados por los habitantes de aquella ciudad, le piden a Lot “so-

domizarlos”, a lo cual se niega este hijo de Dios, ofreciéndole en cambio a

sus hijas para que ayunten con ellas? ¿O los ángeles guardaespaldas de un

querido amigo que decidió servirle con sus conocimientos y con su ciencia

al gobierno de turno y que sus enemigos intolerantes atentaron contra su vida

disparando sobre él más de diez balas, y ninguna lo impactó porque “ sus án-

geles de la guarda” desviaron los tiros”? ¿Cuál es la diferencia entre todos es-

tos contacto con la divinidad de otros, que no es aceptada en Liborio Mateo?

¿Por qué cuando los “americanos”dispararon sobre Liborio y sus campesinos

en la Hoya del Infierno en plena Cordillera Central, las balas no fueron con--

vertidas en algodón como era el pacto con las legiones de ángeles?

¡Cuántas preguntas nos gustaría nos contestara la Metafísica!

Estos son los choques irreconciliables entre el Materialismo Dialéctico y el

Idealismo o Metafísica.

Por último, a veces aparecen mensajes y prédicas terribles, fundamentalistas,

terroríficas en el libro Revelaciones que recuerdan sectas religiosas como los

Testigos de Jehová, quienes aseguran que “sólo ellos se salvarán del castigo

divino”. Veamos este pasaje de la página 48: “…Junto al cacique estaban al-

gunos iniciados, únicos sobrevivientes de la infernal catástrofe que borrara to-

do indicio de vida en Quizqueya…” Y también: “los incrédulos caían de rodi-

llas arrepentidos de su duro corazón; pero todos por igual perecían; temerosos

y desesperados los hombres clamaban a Dios por ayuda, pero Dios no les Escu-

chaba…”

Hace poco mi amiga antropóloga Fátima Portorreal me confesó que ella no

cree en el Dios cristiano; piensa que el Dios de los indios apaches es mejor

pues acoje en su seno a todos por igual; no mete miedo ni castiga y da libre

albedrío, pero lo que haga cada quien es asunto suyo y su premio o castigo es-

tá en sus propias acciones; al morir, su Dios los acoge a todos por igual.

Para cualquier humano –creyente o no-, predicar la existencia de un Dios al

cual “los hombres clamaban ayuda pero Dios no les escuchaba” es algo más

que cruel. Tenemos ejemplos, muchos ejemplos entre simples humanos o mor-

tales mejor que este tipo de Dios. El amor de las madres (hablo de las madres

verdaderas) es infinitamente mejor que el “amor” de ese Dios testaferro y ren-

coroso, resabioso e irascible.. El amor de madre lo perdona todo. Absoluta---

mente todo. No existe un pecado que no perdone una madre. Ni sacrificio que

no asuma como propio siendo ajeno. Sobre la faz de la tierra no existe algo

que no sea capaz de perdonar el amor de una madre.

Sin embargo, Dios no es capaz de hacer algo igual, tan sólo porque alguien

no cumplió con su voluntad dictatorial y egoísta. ¡Que sentimiento de mega-

lomanía tiene Dios!!Que Yo más hipertrofiado!

En verdad, en verdad os digo que Dios es una hechura a imagen y semejanza

del Hombre (·)

Pienso con honestidad que la cosmogonía taína, su lenguaje primitivo con el

que comunicaron sus ideas, no coincide con el modelo personal y contemporá-

neo de los autores de Revelaciones, en donde vemos cosas como “reencarna-

ciones”, “almas pecadoras juzgadas”, “revelaciones que toman cada día más

fuerza y que advierten qué pasará en el futuro”, “iniciados por ángeles terrena-

les”, “ángeles que vuelan la Isla”, “maestros ascendidos”, “lenguaje que antes

de esta Era, sólo lo dominaban los escogidos”, “privilegiados que traspasan el

umbral de este mundo”, “dimensiones”, “círculo de luz”, “gloria infinita”,

“mares y horizontes desconocidos que sólo pueden ser percibidos con los

ojos del alma”, en fin, de un mundo “ideal”, “prefabricado”, como tal vez sea

el sueño de la humanidad, pero sin terrores ni miedos agregados, sin apocalip-

sis aplastante que nos quite la fuerza, el hálito de vida de actuar, donde reine

sólo el amor entre los hombres. Amor de verdad. Amor grande. Amor que se

toque con las manos. Con el corazón y el cerebro. Dos de los tres órganos prin-

cipales de Platón. ¡Que importa que la inteligencia se adelante si el corazón se

queda!

(·) Nota: Posterior a escribir estos conceptos, escuché de boca de un rabino ju-

dío decir:”Dios no tiene forma; todas las formas como la gente percibe a Dios,

no es más que un Dios creado a imagen y semejanza del Hombre”. El rabino

pensaba que debía ser al revés, que el Hombre “fuera una creación a imagen y

semejanza de Dios”. Cada vez cobra más fuerza la creencia de que Dios es una

creación de la mente del Hombre. La antropología ha acumulado suficientes

datos en este sentido.

(··) El autor es médico-cirujano y profesor de Anatomía Humana (UASD)