POEMAS COMPROMETIDOS CON LA PATRIA

HOMENAJE A LOS HEROES DEL 14 DE JUNIO




Sobieski DE León
Junio 1997
San Juan de la Maguana



Quiero un país
donde Junio sea guía
sin prejuicio sin miedo
ni porfía

País de mariposas
y de flores
levantando retratos
de caídos
viva su sangre
reluciendo en alto
su lucha rescatada
de lo vano

País sólo de héroes
Inmaculados
pacientes hacedores
de utopías
por siempre anti-imperial
y decidido
O se hunda la isla
todavía

Bailar con los ardores
de mi vida
como homenaje al pan
y a la alegría
pegado a la cintura
enamorada
de esa hembra que es
la Patria mía





PATRIA SOBRIA
Sobieski de León


'”….Cuando la Patria es pequeña, uno la ve grande…”, Rubén Darío



Patria sin ebriedad, dormida
bronceada al sol, desnuda

Patria como una niña pequeña
que espera de mí siempre

Patria adolescente
que empieza a insinuar sus pezones
bajo la pulcra piel

Patria danzante para Eros y Mefistófeles

Patria en el desaliento
prostituida y narco-angustiada

Patria en la confusión y en la estampida
en las aguas del Canal

Patria que no te has ido todavía

Patria de los mil odios ametrallada
crucificada cada día

Patria de sangre derramada
desbordada como un río

Patria del que cayó abatido y deshecho
Deshecho y solo como un héroe

Quiero subir contigo a un tobogán
y ebrio de amor entre tus brazos
Patria del alma como un chiquillo jugar


BUSQUEDA
Sobieski DE León



He encontrado en Nicaragua
en apenas un lustro
lo que no hallé en el trayecto
de la capotillo 75
en San Juan de la Maguana
a la Macorís número Tres
de Macorís del Mar

Pasando desde luego
por Madrid
París
Sofía
Bucarest
o Trípoli
Y obviando desde luego todo lo maravilloso de África
o aquellas divinas capitales
que a fin de cuentas
no me dieron o no supe encontrar
lo que otro San Juan
en plena selva tropical nicaragüense
en un abrir
y cerrar de ojos
me diera


9 de Septiembre de 1990


QUE NO LES DEJEN PAZ

Dr. Sobieski de León
26 de octubre 2001


Mientras viva crucificada la Esperanza
Que no les deje paz el verano
en su incansable ciclo de estaciones
ni paz le alcance nunca el río a los
migrantes peces de su cauce

Por qué paz ha de tener el caminante
si es su destino caminar hacia la Muerte

Paz no han de albergar los ruiseñores
picando el dulce polen de las flores
ni el trajinar de la abeja en su colmena
ha de alcanzar la paz de sus panales

No permita su paz
la cruel ponzoña
de la avispa que mata y que acalambra
y enroscado en el árbol de la vida
el guardado veneno de la sierpe
destile su venganza duradera
a la maldad del lobo y sus ancestros

No es la paz lo que la vida engendra
ni brota, crece o reverdece en las limpias ciudades
ni la dicha anida en la conciencia
ni el trabajo tenaz nos alimenta

No la razón que esgrimo es establece
Sobre esta precaria redondez
ni el abrazo o el beso clausurado
me toman por asalto

Vuelen los polvos cósmicos de Némesis
esporas que desorbiten los ojos del lagarto
y lo hundan en su prehistórico destino

No los dejen en paz, grite la voz del aire
corten el vuelo a sus halcones
van defecando su pólvora quemante
Y ensuciando las noches estrelladas


No los dejen machar la luz del alba
la clara luz sobre el trigo quemado
sean las bocas sedientas clausuradas
al amarillo maná que el cielo ultraja

Por Dios, por Buda, por Alá
Por quien sea, no se permita
destruir nuestro alimento
No los dejen en paz hasta que el verbo Paz
pueda ser conjugado en todo tiempo

Hasta que en cada jardín o cueva milenaria
no se encienda una luz que sea
La llama establecida que redima

ALGUNOS DE MIS POEMAS

CANTO XVII
Sobieski de León

Después de irme a trabajar
para contribuir a la felicidad
de los otros
después de bregar con los inconvenientes
del trajín cotidiano
enfrentar una batalla de maledicientes
que arropan todo con sus mentiras.
Después de erguirme valiente
y dispuesto
sobre la calumnia
de trepadores sociales
me sentí atribulado.
Quise darle paz a mi corazón
sosiego a mi alma
olvidé por un instante
la maldad de tus hombres y mujeres
Ciudad Pervertida!

....y pensé,

! en sus senos tibios !
! en la paz de su vientre !
! la seda de su piel !
! sus manos breves !
Y derramé todo mi cansancio
sobre lo pulcro de su cuerpo !




EL PAN, LA LECHE, LA MIEL
Dr. Sobieki de León
A: Esterbina, por sus senos
y en ella a todas las mujeres


Sutil carnosidades
esponjosas frescas
elásticas memorias de los sueños
diferencia visible de los sexos
ígneos volcanes de la geografía
vía láctea del universo
oasis
almohada de la fantasía
alimento inagotable
leche
miel
y pan
Una mujer no sabe
lo que son sus pechos
o lo sabe?
Cuando expande los pechos
una mujer es un globo
que nos eleva al cielo
Del cuerpo de una mujer
los pechos son
el deseo primero
y su concavidad
el deseo último
Conocí unos pechos
que me asesinaron
Desde entonces soy cadáver
que anda por el mundo
ausencia que dejaron sin luz
la sombra de tus pechos
En el espacio de tus senos tibios
está el hueco de mi cabeza ausente
sin nombre sin destino
tus pechos cualquier día me resucitan
Los pechos de la mujer viven
en la boca de los hombres
como un niño un hombre
siempre busca los pechos de una mujer
Quiero tu leche eterna
chupar tus pezones
hasta beber la sangre
que nutra mis días
Cuando toco tus pechos
se deshacen mis dedos
crece mi corazón
me crece todo
Me renace el amor
que no me dieron
que espera en tí
Sólo tus pechos son
No tu piel
ni tus uñas
no tus manos para calmar la angustia
ni tus dedos para el hambre de mi boca
no tus cabellos
ni el cisne aborigen de tu cuello
no tu voz
ni siquiera tus labios sonreídores
no tus muslos de mármoles oscuros
ni la cimbra de tus amplias caderas
no el redondo contorno de tu hombro
ni el pie que sostiene tu esperanza
no tu nocturnidad de rizos y ambros1a
Sólo tus pechos
destino último
compañia
resurección de hombre
derrota de soledad esparcida en la nada
retorno a los orígenes del hombre
a tu miel
a tu leche
a tu pan
definitivamente
a tus inagotables pechos de mujer
a mi alimento.




A UNA MUCHACHA
Sobieski de León

Hubo una vez un tiempo
cargado de do/ores
¡Y un instante ¡

Hubo una vez un nombre
(¡mi nombrel)
en tus labios
a voluntad cerrados

Como Alicia caminabas
en el país de las maravillas
llamando como en sueno
¡respondí ¡ ¡acudil ¡estuve allil

Te estreché las manos
con mi forma simple o compleja
de amar
en este país
no precisamente de maravillas.

EL SISTEMA

Primero,
se inaugura con discursos
y brindis
la fantasía de las necesidades
concurrentes personajes
de dudoso linaje
se dan citas y abrazos
los salones ensayan
alegrías trasnochadas
de circenses modales.

Segundo,
en torno al personaje central
(¡un señor señorial ¡)
se hacen las alabanzas
se recuerda el atraso que concluye
"con esta nueva obra".

Tercero,
de retorno cada especie
a la guarida habitual
despojados para el descanso
de las plumas y garras de su humanidad
satisfecha la fatua vanidad
del auto - engaño
todo termina en continuidad
de silencios
esperanzas
y rabias


COPULACION DE LA MOSCA

Sobieski de León

La mosca copula
como gallo
en un lecho de aire

Monta la hembra
Se descarga

El mosco
sacude desesperado
cuerpo y ala

Se retira triunfal

Luego busca otras moscas
con quienes prueba
sucesivas proezas
de gimnasia acrobática


2 de Junio, l998
San Juan de la Maguana

DITIRAMBO A RAQUEL
Sobieski de León
Poema


En esta dilatada soledad oceánica
Por donde cruzan nautas cual fantasmas
Llevádme en las barcas de tus pechos
soliícita y segura al ampararme

Diosa de azul y maternal soberbia
De humanizadas ubres palpitantes
Negación de las muertes trepidantes
Espíritu que irradia la materia

Claridad que aureola los pezones
Donde la luz se apaga y se sonroja
Nutricia tentación en los albores
De las ansias eternas que provoca

Tú que amamantas los amaneceres
Que las noches enciendes con tu tez
Haz que se levanten de sus viles fosas
los ausentes dolientes de tu desnudez

Compañera del sueño y la vigilia
Arcilla blanca, negra, gris
Con tu cuerpo de amor como mil soles
Pechos de luna, de mi huerto vid

22,Mayo de 1999
San Juan de la Maguana

EN LOS DOLORES DE MI CARNE
Sobieski de León


Dicen los poetas
que si alguien recordara
siquiera uno solo
de sus versos,

se darían por satisfechos.
Cumplidos, ya.


Terrible misión
sobre esta triste miserable tierra.


Y tú, Amor

que no sabes que más de tina vez
sobre mis sábanas,
debajo de mi almohada,
a la hora tremenda que las ansias
vencen las horas solitarias.
Tú
andabas colgada en los dolores de mi carne,
meciéndote, Amor
entre mis piernas.