Monday, January 29, 2007

GUILLERMO ÓSCAR PRINCE

GUILLERMO ÓSCAR PRINCE

Del libro en Preparación:
“Las Calles de San Juan: Biografía de la Ciudad”
Por: Carlos Vicente Castillo M.



GUILLERMO ÓSCAR PRINCE


Ciudadano de origen holandés nacido en la Jurisdicción Otra Banda, siendo traído al país con el encargo de construir la Casa de Lilís".

El maestro Guillermo Oscar Prince, llegó al país a final del siglo XIX, por mediación del entonces presidente de la República Dominicana, General Ulises Heureaux (Lilís). La finalidad fue construir esta Casa Presidencial, que en nuestro pueblo se conoce como "Casa de Lilís". Hasta hace poco, la acción del tiempo sobre ella, hizo que se derrumbara, sin que nunca llegara a restaurarse por la apatía generalizada.

Esta casa estuvo ubicada en la Calle Duarte, entre las calles 16 de Agosto y Capotillo. Además de ser la residencia del presidente Lilís y su amante Doña Juana Ogando, con el tiempo alojó en su seno al Ayuntamiento Municipal, a la Oficina de Tesorería Municipal, al Negociado de Cédula, a la Escuela Municipal de Música y al Cuerpo de Bomberos Civiles. En una ocasión, llegó a funcionar en ella una escuela primaria.

Como ayudantes de carpintería trabajaron en la construcción los hermanos Juan y Alberto Kely, traídos al país por el Maestro Prince. Otro ayudante, lo fue un ciudadano haitiano de nombre, Tanisse.

El Maestro Prince, casó con la señorita Teresa de la Rosa, sanjuanera
nacida en la sección de Mogollón, de cuya unión matrimonial nacieron:
José Altagracia (Tico), Guillermo (Miminito), Heriberto Abraham
(Bibeto), Teolinda, Elia María, Mercedes y Sobedeida Prince de la Rosa

Además, tuvo dos vástagos fuera de matrimonio: Rafael y Cástulo Prince.

Guillermo Oscar Prince es considerado como el primer urbanista de San
Juan de la Maguana, por haber sido él quien realizara el trazado y levantamiento de las primeras calles de este pueblo. La forma "cuadrada" de la vieja ciudad, la había concebido así el Maestro, por los conocimientos que había obtenido de algunas ciudades de su país de origen, Holanda.

Pero no sólo construyó la Casa de Lilís, sino también otras tantas que vinieron a embellecer nuestra ciudad a principio y mediado del siglo pasado. Algunas, todavía presentan su atractiva belleza.

Entre esas construcciones podemos señalar: La Casa de Nicolás Michelén, o La Casa de los Bacases, ubicada en la calle Colón a esquina Avenida Independencia. Fue la primera construcción de dos niveles hecha en San Juan. La primer planta fue construida en 1912, y la segunda en 1922. Otra obra del Maestro Prince, lo es la Casa del Doctor Alejandro Cabral, en la calle Sánchez a esquina Trinitaria. Además, el antiguo Hotel 19 de Abril de dos plantas en madera, en la calle Trinitaria esquina 27 de Febrero, que pasó a ser propiedad de la sucesión Bautista.
También tenemos la Casa de Don Chuchú de los Santos, en la Avenida Independencia a esquina 27 de Febrero. En esta casa se encontraba la Farmacia Inmaculada, propiedad del profesor Bienvenido Méndez Piña que luego fue adquirida por la Dra. Gisela Buttén. En 1999, fue devorada por un incendio, Otras casas que debemos mencionar son: Ia Casa de la Farmacia Santo Domingo, de Tirso Rodríguez, que en principio fue de su padre Domingo Rodríguez Susaña, y la Casa donde funcionó el Banco del Arroz, en la misma Avenida Independencia a esquina 27 de Febrero, frente a la Farmacia Inmaculada

Finalmente, la Casa donde se levantó el "Acta", que convertía a San Juan, en provincia, sita en la Avenida Independencia No.37, frente al Supermercado Amas de Casa, la Casa de la Avenida Independencia a esquina Mella, del señor Alberto Gómez, y otra que existió donde hoy está del Banco de Reservas de San Juan, que fue destruida también por un incendio en el año 1935. Allí funcionaba el Juzgado de Paz y luego la oficina de Estado Civil.

La Casa que alojaba parte del Colegio 'Evangélico Lucille Rupp, en la calle Colón a esquina Santomé, que fuera propiedad del señor Miguel Paniagua, fue hecha también por el Maestro Prince. Aquí funcionó el primer Hospital de San Juan, llamado entonces, Santomé

El primer alumbrado de San Juan de la Maguana, que era con carburo que terminaba en unos faroles con mecha, fue obra de la creatividad del Maestro Guillermo Oscar Prince. Ideó un depósito que estaba en el patio de La Casa de Lilís, y mediante tuberías que hizo llegar hasta el Parque Sánchez, era alumbrado desde las seis de la tarde hasta las nueve de la noche. Los faroles se prendían con fósforos... y se hacía la luz.

Fue la tecnología de alumbrado más avanzada que tuvo San Juan de la Maguana, en toda su historia.

Mas tarde, el Maestro Prince, construyó la "rueda hidráulica" de la turbina que instaló el señor Domingo Rodríguez Susaña, para producir energía eléctrica para el pueblo de San Juan, en los años treinta.

No es prolijo señalar, que antes de la llegada del distinguido ciudadano de origen holandés, no existía ningún tipo de alumbrado en la ciudad, siendo él quien solucionó ese problema técnico-científico.

El Maestro Prince, fue remunerado por la Honorable Sala Capitular de esa época, con la suma de RD$ 16.00 (Dieciséis Pesos),".. para que delineara, trazara y levantara, Las Calles de San Juan..."

Fue durante varios años el encargado de la venta de los solares pertenecientes al Ayuntamiento, por lo que se pagaba RD$ 1.50 (Un Peso con Cincuenta Centavos) por cada solar adquirido.

Sus hijos "Miminito", Mercedes y Elia, testimonian que cuando una persona del pueblo solicitaba un solar a la Sala Capitular, el Maestro Prince, le decía: "!Vaya y busque cuatro estacas, y venga!". Cuando la persona traía las cuatro estacas, el Maestro iba y le medía el terreno, ya fuera por compra o por arrendamiento. Entonces pagaba el RD$ 1.50

Sobre las virtudes o prendas rnorales de Guillermo Oscar Prince, se afirma que fue un hombre de extrema honradez. Nunca se oyó que recibiera dádivas por su trabajo, ni mucho menos prebendas por las ventas o arrendamientos de los terrenos del Ayuntamiento. Los solares, eran entregados de acuerdo a las condiciones económicas de las personas.
Fue además el primer plomero de San Juan, puesto que fue quien utilizara tubos por vez primera en la instalación soterrada del alumbrado con carburo del Parque Sánchez

Este ciudadano ejemplar, no sólo ofrecía sus servicios al Ayuntamiento de San Juan, sino a cualquier munícipe que se lo solicitara o necesitara. Y no hubo nunca persona alguna de nuestro pueblo, que solicitara su ayuda o algún servicio y no fuera asistido o complacido por él.

Todos sus hijos, fueron muy buenos carpinteros, siendo los más famosos Maestros Carpinteros sanjuaneros: Tico, Miminito y Bibeto. Lo siguieron siendo también sus nietos.

Sobre la personalidad del Maestro Oscar Prince, nos expresa el distinguido sanjuanero Don José del Carmen Ramírez Fernández (Mimisito):
"El Maestro Oscar Prince, era un hombre pacífico, honesto, trabajador, gran amigo, cariñoso con sus hijos y esposa, leal hasta la saciedad, hombre de carácter recto, de poco hablar, alto de estatura, blanco y nariz grande, ojos saltones buscando una coloración azulosa. Aún ya entrado en edad, solía caminar con su martillo al cinto, o con el serrucho en la mano".

Su casa estuvo ubicada en la calle 27 de Febrero No.35, entre las calles
16 de Agosto y Capotillo, en donde vivió hasta su muerte Doña Chichí
Jiménez, la madre de Ramonita Suazo.

No debemos dejar de mencionar, que el Maestro Guillermo Oscar
Prince, fue quien enseñó el oficio a la mayoría de los carpinteros de San
Juan de la Maguana.

Murió a la edad de noventa años en esta ciudad, siendo sepultados sus restos mortales en el Cementerio Municipal de la calle Capotillo.

Aún cuando inexcusablemente no existe una calle que honre su memoria, además de pedirlo permanentemente hasta que se haga justicia. en este aspecto, incluimos su nombre en esta obra sobre Las Calles de San Juan, porque, aunque parezca una paradoja más, fue Guillermo Oscar Prince, el Maestro Prince, quien trazara en sus orígenes: Las Calles de San Juan.

LA BATALLA DE SANTOME Y SU TRASCENDENCIA EN LA INDEPENDENCIA NACIONAL

Repercusiones En Nuestros Días

SOBIESKI DE LEON


LEMA: "Sobre cenizas construiremos"

Fecha; 1 de Noviembre de 1993

San Juan de la Maguana, R.D

Ensayo

Jurado:

1) Mariano Lebrón Saviñón
2) General Ramiro Matos
3) Daniel Balcacer

La Batalla-guerra- de Santomé como todas las guerras dominico-haitianas no fue localista sino guerra de resistencia nacional (1). Allí se encontraron combatientes venidos de toda la geografía de la República recién creada el 27 de Febrero de 1844, bajo la inspiración patriótica de Juan Pablo Duarte, el más puro de todos los dominicanos de entonces, y que al decir de uno de sus biógrafos estaba "más cerca de los ángeles que de los hombres (2).


Para algunos (3) el análisis crítico de esta batalla deja en el ánimo una idea confusa de lo que allí ocurrió, pues según éstos hay hechos que por la incoherencia con que son relatados impresionan como inexactos y detalles que tienen colorido de irrealidad. Para Garrido, por ejemplo, el duelo clásico que se atribuye al general José María Cabral, y al general haitiano Antoine Pierre, Duque de Tiburón, plasmado en un patético mural en la pared este de la Biblioteca Municipal de san Juan de la Maguana, como muestra fehaciente a las presentes generaciones de aquella inmortal epopeya. Para marco Cabral y Máximo Gómez, testigos y combatientes de aquellas luchas, el duelo es real.


En ese mismo sentido se ha apuntado que ni siquiera están de acuerdo los narradores del histórico suceso en señalar sin discrepancia quién fue el jefe superior de la batalla. Sin embargo cuando se menciona en nuestros textos o en conversaciones de salón la "Batalla de Santomé" es imposible dejar de asociar automáticamente el nombre del general José María Cabral, como el anverso de esa moneda. Más aún, no existe hasta ahora ningún autor tentado siquiera de omitir su nombre. Sólo Garrido Puello intenta retorcer en un acto inaudito y anti-histórico el curso de los acontecimientos, atribuyendo la victoria de Santomé a su ascendiente coronel Eusebio Puello, por haber salvado- según él- de un inevitable suicidio al general Cabral. Nada más torpe para promover grandeza de familia y herencias históricas con qué privilegiar grupos socialmente influyentes a la hora de las decisiones de poder.(4)


Nos parece razonable pensar que el hecho de los méritos acumulados por Cabral hasta entonces y su posición ideológica no consono con el pensamiento conservador y autoritario del "Excelentísimo General Libertador"(5), presidente de la República tiene mucho que ver con esta disparidad de criterios. El mismo general Santana, es quien nombra al general José María Cabral "Jefe Interino de la Frontera", al enfermarse el titular del cargo, coronel Eusebio Puello. !Por qué un coronel aparece siendo jefe por encima de un general trastornado el clásico esquema jerárquico? Sencillo: El coronel Eusebio Puello y Santana conocían las ideas de Cabral; más aún, es posible que Santana conociera de las ideas liberales de Cabral por mediación de Puello, que era conservador y alineado políticamente con Santana. Más tarde esto se iría a evidenciar con la posición que tomaría Cabral junto a los restauradores, Mella y Luperón entre otros, y su defensa de la soberanía nacional, en contraste con la que tomarían Santana y Puello, luchando contra sus propios hermanos junto al imperio español y a las ideas anexionistas.


Al general Cabral, se le considera adversario político del general Santana, presidente entonces por segunda vez; sin embargo, el propio presidente de la República sabía de su entereza patriótica y de su habilidad militar "para encararse a los acontecimientos que se avecindaban". Fue el mismo Puello, quien se lo expresara cuando le responde una nota en estos términos:


"digna de poner en su conocimiento es la bella conducta del general Cabral la cual me empeño en eternizar más y más..."


Fueron las supuestas o reales gestiones anexionistas de Santana frente a los estados Unidos, de los cuales era agente el aventurero Gazneau, lo que haría decidirse al emperador haitiano Faustino I, conocido también como Soulouque, a ordenar una movilización nacional y organizar con labradores y campesinos un ejercito de 30,000 hombres (6). Para el 18 de diciembre de 1855, cuando el ejército haitiano al mando de Soulouque se toma las avanzadas dominicanas de "La Meseta" y "Cachimán", y mientras el general Aniceto Rodríguez, jefe en Comendador, se repliega a Las Matas de Farfán, ya se encontraban allí el general Cabral y Eusebio Puello. Soulouque se preparaba para tomarse a San Juan de la Maguana y Barahona.


Fue precisamente el general Cabral quien escogió las tropas y el terreno donde se abría de hacer la resistencia definitiva al ejército invasor tan sólo cuatro días después. La elección del lugar resultó VITAL para la defensa de la soberanía y las derrotas de las fuerzas haitianas, tres veces más numerosas que las nacionales. Sólo un jefe y alto estratega militar podía tomar una decisión de esa naturaleza. Nadie tampoco menciona a otro que no fuera a Cabral en esta estrategia.


Juan Contreras, aparece nombrado por Santana como jefe Superior del ejercito Sur, que marcharía a San Juan, de acuerdo al historiador J.G.García. Pero al mismo tiempo dice que "el cuerpo del ejercito al mando del general Contreras, que era el más respetable- a Neyba se había mandado otro ejercito a cargo del general Sosa -, fue dividido en tres columnas cuya vanguardia era mandada por Cabral, Contreras en el centro y Bernardino Pérez en la retaguardia. Nadie menciona al general Contreras en las actividades militares anteriores al 22 de diciembre en la zona, sino para indicar que perdió el mando superior por disposición del gobierno, mientras que otros lo atribuyen a que sufría ataques epilépticos (7). Es precisamente a Cabral a quien se elogia "lo bien planeada de la defensa" (8).

Abierta en abanico en dos alas y un cuerpo; a la derecha, hacia el fundo de Pepe Herrera; a la izquierda, hacia él limite con chalona; en medio, un cuerpo central equidistante de ambas, en el viejo camino Las de Farfán - San Juan de la Maguana. Los haitianos acostumbraban atacar en esa misma forma con la idea de rodear a su enemigo.


Cabral conocía la estrategia. Cuando se le designa jefe de las fronteras, una de las ordenanzas que se les da es la de introducir espías dentro del enemigo. Con suficiente tiempo se conocía ya de los preparativos de invasión. Un año antes, ya se sabía.


Es Cabral y no Contreras quien recibe la enorme responsabilidad de "mantener el orden en los puestos fronterizos y defender el país de cualquier invasión enemiga" (9).
Dice Gutiérrez Félix, que el jefe de las tropas dominicanas en la frontera era el general José María Cabral, quien tenía por ayudante al coronel Eusebio Puello, y como segundos a los generales Juan Contreras y Pedro Florentino, entre los más destacados (10).


El acucioso investigador de hechos históricos dominicanos Franklin J. Franco, hace encabezar al general una lista de "los más experimentados oficiales para la defensa de esos lugares", entre los cuales cita a Juan Contreras, Eusebio Puello, Modesto Díaz, Santiago Suero, José María Pérez Contreras y otros (11). Para este investigador, la defensa de San Juan de la Maguana y Barahona era vital.

Enclavada la primera en la cabeza del fértil valle de San Juan y la segunda, cercana a los pies del valle de Neyba, eran los principales puntales de la agricultura y ganadería de la región, que tenían para ambos bandos en contienda un tremendo valor estratégico logístico, pues del dominio de esas regiones dependía el abastecimiento de los respectivos ejércitos en campaña (12). Por tal razón Santana, dispuso de las mejores tropas y de los más experimentados oficiales. Cabral al frente. En la vanguardia. Como jefe de mando de la frontera. Responsable de contener cualquier invasión (13).

Treinta y dos años después, un 27 de febrero de 1888, el periódico "El Eco de la Opinión" número 427, seguiría afirmando que: "el general Cabral, era el jefe de la expedición". El mismo Cabral lo había confirmado tres meses después de la victoria al redactor del periódico "Oasis" del 24 de marzo de 1856, cuando dice que: "es muy cierto que en la batalla de Santomé tenía yo el mando en jefe del cuerpo de ejército que en calidad de vanguardia dispuso el Excelentísimo General Libertador, que fuese el primero que pusiese al enemigo, invistiéndome a mí del mando de aquellas fronteras".

Habría entonces que concluir con Garrido: "la mayor suma de las narraciones concuerda en que el verdadero jefe de la batalla de Santomé, lo fue por una razón u otra, el general José María Cabral".


Qué significaba para la República la victoria de Santomé? Santomé sellaba definitivamente con una contundencia y objetividad irrefutable el mito de la indivisibilidad de la isla propuesto por Toussaint Loverture, y enseñado en las escuelas haitianas como dogma desde la fundación de la República haitiana en 1803. Santomé definía para siempre el asunto de la frontera. Era la última carta que jugaba sobre la existencia real de dos Repúblicas compartiendo la misma isla. Era la segunda ala del mismo pájaro, como reconocerían en nuestros días los últimos dirigentes haitianos (14).


Los dos siglos de discusiones sobre territorialidad fronteriza desde Nimega, pasando por Ryswick y Aranjuez, hasta desembocar tristemente en Basilea en 1795, con la pusilánime entrega de España cediéndole y abandonando en toda propiedad la parte oriental de la isla a Francia, había terminado con Santomé, rematando ese mismo día el asunto el general Francisco Sosa, en Cambronal, y Juan Luís Franco Bidó, treinta y tres días más tarde en Sabana Larga, con los reductos de los ejércitos haitianos en desbandada, que el emperador Soulouque intentó reorganizar en Juana Méndez infelizmente.


Cierta incredulidad dejada traslucir por Garrido sobre detalles de Santomé (15) podrían explicarse a la luz de la lógica reinterpretando los hechos. Por ejemplo, la derrota del ejército Haitiano pese a su superioridad numérica calculada en unos 12,500 hombres, frente a tan sólo 4,000 hombres Dominicanos de acuerdo a la apreciación de Marco Cabral, participante en la guerra. La táctica y estrategia usada por el general José María Cabral, puede explicar desde el punto de vista puramente militar este hecho.


El general Cabral debió conocer el dato, no sólo porque las avanzadas dominicanas venían reculando desde "La meseta", "Cachimán" y "Comendador" frente a la desigualdad numérica de los contendientes, que hace a las tropas dominicanas replegarse. El mismo Cabral,, que está con Eusebio Puello en Las Matas de Farfán, tiene que replegarse, hasta la Sabana de Santomé. Pero replegarse desde el punto de vista táctico militar, no es perder, como erróneamente piensa Garrido Puello. Replegarse, es acomodar las tropas a mejores posiciones. El famoso "repliegue a Masaya" de los combatientes sandinistas frente al ejercito somocista en Nicaragua, en 1979, es otro ejemplo que ha debido inspirarse en el conocimiento de hechos históricos que le precedieron como el de Santomé.


Prácticamente derrotados en Managua, la capital, frente a un ejército más numeroso y mejor armado, los comandantes de aquella otra gesta centroamericana ordenan replegarse a otra ciudad distante unos 50 kilómetros, donde probarían la derrota los opresores.


Cabral, entonces, organiza en la "Sabana de Santomé" su ejército "desde las tres de la madrugada", empezando la batalla a las ocho de la mañana de aquel día memorable: 22 de diciembre de 1855.


Aquel día y a aquella hora, "trabaron las fuerzas de Cabral y de Soulouque, una de las más encarnizadas batallas de todas las guerras dominico-haitianas" (16).


El número del enemigo parecía imponerse, Cabral se mueve ágil desde la posición que está defendiendo en el centro hasta el ala derecha en el fundo de Pepe Herrera, done están debilitando la defensa. "Tres veces desaloja a los haitianos del fundo, y tres veces volvieron a ocuparlo" (17).


Cuando alguien considera que Cabral se está exponiendo mucho le advierte que no es allí su lugar, que puede peligrar de un momento a otro. Es entonces cuando surje la famosa respuesta -"Yo no estoy aquí para cuidad mi vida sino para salvar la independencia nacional", Así no hablan los candidatos a suicida ni los temerosos de la muerte, no importa que las posibles amenazas vengan del mismo Santana, general de horca y cuchillo, fusilador impenitente.


Debió ser cerca del mediodía, en pleno fragor del combate cuando Cabral ordena su último repliegue. Replegarse no perder. Mete sus tropas "en la ceja occidental del río san Juan, en medio de los bosques que bordean el río (18).


A las nueve de la mañana, viendo las dificultades sobre el terreno "envía un ayudante suyo a caballo en busca del Batallón Baní" (19).


Su llegada sería providencia después de la 1;30 de la tarde. Fue la providencia de Cabral con esta orden precisa en el momento preciso, y no la 'providencia divina"; lo que salvó la situación (20).
En el Batallón Baní, había un joven de unos 20 años llamado Máximo Gómez, que tuvo presente cuando José María Cabral, derrotó en duelo personal a Antoine Pierre, Duque de tiburón, y le cortó la cabeza (21).


Allí aprendería a pelear "A carga de machete"; allí la táctica de "Tierra Arrasada" quemando pajonales con el enemigo dentro.


Estas tácticas le dieron fama en las guerras de independencia del pueblo cubano, y sólo mencionar su nombre constituiría el terror para los colonialistas españoles. Esas experiencias en Santomé, lo iban a convertir en "Generalísimo y en Libertador" de un pueblo que aunque no era el suyo lo iba a reconocer para siempre como uno de sus hijos distinguidos. Santomé, iba a dar al joven Máximo Gómez dos cosas: Primero su vocación de internacionalista en una América que era de todos, preconizada por Bolívar y reafirmada por Martí, y ahora demostrada con hechos por Gómez; y segundo, iba a cambiar definitivamente la "contaminación" sufrida por este y algunos hombres de su época, que como Santana, Báez, Eusebio Puello, no eran capaces de pensar una República fuera de la tutela española. Máximo Gómez se quitó de encima, bajo el mando de José María Cabral esos reductos de ideas conservadoras, atrasadas.


No, el repliegue final que hiciera Cabral en la ceja occidental del río San Juan mientras esperaba el "Batallón Baní", no había sido una huida. No cabe duda que fue "una gran emboscada" al ejército haitiano para que entrara de lleno en la sabana. La quema de los pajonales no podía ser casual. Cabe aquí mencionar el juicio del testigo J.R. (22): "el plan de batallas estaba ya concebido con el genio militar Cabral..."; por otro lado, Garrido se hace eco de"... lo bien que estuvo planeada la defensa..."


Es fantasioso afirmar que Cabral quiso suicidarse, que se deprimió tanto con una supuesta "derrota" en la mañana, que hasta hizo testamento y se moría de miedo ante la supuesta amenaza de muerte que pendía de su cuello proferida por Santana y el antecedente de haberle fusilado dos hermanos por chismes políticos.


El coronel Puello había sido el receptor de ese "testamento". Es apostasía y al mismo tiempo puerilidad tal grosería histórica. Allí no había tiempo para otra cosa que no fuera para pensar en la gloria de la República, como lo confirma las palabras de Cabral en el fundo de Pepe Herrera:
"yo no he venido a cuidar mi vida sino para salvar la independencia nacional". Así no hablan los deprimidos, los candidatos a suicidas, sino los revolucionarios conscientes de su misión histórica. Los méritos de los próceres no podían ni entonces ni ahora ser minimizados así para engrandecer a otros. Al César, siempre lo del César.


La derrota haitiana podía y puede aún explicarse por dos hechos más: Las características del ejército haitiano de la época, y la actitud psicológica de los "dominicanos". Había ya, un sentimiento de "dominicanidad".


Si bien es cierto que los generales y oficiales haitianos tenían fama de valientes, algunos de los cuales eran verdadera leyenda en su historia militar como Garat, que había participado en la emboscada que ultimó a Dessalines, el tendón de Aquiles de su ejército consistía en que '...sus tropas estaban constituidas en su mayoría por agricultores que fueron a disgusto a la guerra porque se les arrancó de los campos en la época de la cosecha de café..." (23). Por otra parte, 'la guerra contra los dominicanos en la cual no obtenían jamás victoria alguna, había llegado a ser muy impopular entre ellos" (24). Estaban muy previstos y armados, pero carecían de todo entusiasmo. Estaban obligados a luchar a la fuerza como todo ejercito invasor de entonces y de ahora.


En cambio, los dominicanos, famosos en el manejo del machete y del sable, y muy temidos por esto, tenían ya noción de patria, de dominicanidad, de defensa de lo que ya le pertenecía y cada vez más defendían con encono su tierra. Desde las desvataciones de Osorio de 1605 y 1606, según Américo Lugo y Peña Batlle, las protestas que habían seguido a aquellas, "ya eran dominicanas". Pedro Mir investigando más tarde sobre la "cuestión nacional", haría semejante afirmación. Lo dominicano pues, era un hecho.


Cuando el abanderado del "Batallón Baní", Hipólito Caro,"...corre se precipita delante de Cabral y eleva su bandera casi entre los enemigos, el batallón se lanza en pos de su bandera..." (25).


Eso era prueba de dominicanidad. Y mucho antes aún, cuando Tomasa Cruz, caía muerta exclamando en plena calle" "Isla mía, Patria mía" al saberse la noticia en santo Domingo de la cesión a Francia por parte de España de la parte oriental de la isla mediante el tratado de Basilea de 1795, ya había comenzado a formarse una "conciencia patriótica" (26).El término "dominicano", parece usado por primera vez por Núñez de Cáceres en su declaratoria de independencia de 1821. (27)
Ninguna de las guerras de resistencia y afianzamiento definitivo de la soberanía y la geografía nacional, fue más grande que otra porque todas cumplieron su cometido de atajar y derrotar la insistencia haitiana de dominio total en la isla. Tan meritorio fue Cabral en la defensa del centro en Santomé, conteniendo, imponiéndose y liquidando al Duque de Tiburón, como Francisco Sosa en el Sur, conteniendo, imponiéndose y liquidando al Duque Leogane.


Lo mismo podemos decir de Franco Bidó en el norte, contra los reductos de los derrotados intentando un último esfuerzo infructuoso en Sabana Larga.

Conclusión

Nunca más volvió a dudarse de cuales eran los verdaderos límites de la República. El problema de la frontera quedó resuelto con Santomé al margen de las influencias que las potencias habían jugado en este sentido en el pasado histórico de las dos Repúblicas que compartían la misma isla. Las últimas esperanzas haitianas hablaban de un Haití comenzando en el Río Yaque del Sur.


Es decir en la misma Azua. Pero de Azua habían sido desalojados por la espada anti haitiana de Santana. Cabral, los había colocado definitivamente de Cachimán y Juana Méndez hacia occidente, del lado del río Artibonito. Desde Santomé, ya no se discutió más sobre fronteras.


Duarte y los trinitarios habían encontrado justificación en el general José María Cabral, héroe indiscutible de la gesta gloriosa de Santomé.

Bibliografía
2. : Joaquín Balaguer; en : "El Cristo de la Libertad"
(3), (4), (8), (15); Víctor Garrido; en: "Los Puello", páginas 124-125-;133-134


(5) : Así llama el general Cabral a Santana, en una correspondencia que le contesta (citado de Garrido, en "los Puello").


(6): Euclides Gutiérrez Félix en: "El Nacional", 23 de Febrero de 1993


(7), (25) : Marco Cabral; en : La entrega de Salvave (Sobre la batalla de Santomé)


(9): Emilio Rodríguez Demorizi; en: "Guerra dominico-haitianas"; página 138


(10): Euclides Gutiérrez Félix; en: "La Batalla de Santomé" - Los pueblos y su historia -; articulo, "El Nacional, 27 de diciembre de 1992, página 20.


(11), (12): Franklin J. Franco; en: historia del Pueblo Dominicano, página 241


(14): Jean Bertrand Aristide, presidente constitucional de Haití, Febrero de 1991; discurso público.


(16): Frank Moya Pons; en: Manual de Historia Dominicana, página 317


(17), (18), (19): Teniente General Ramiro Matos G., E.N., y Primer teniente José Miguel A. Soto J., E.N; en; "Batalla de Santomé", articulo; revista de las Fuerzas armadas Dominicanas; edición Noviembre- Diciembre, 1982, página 68


(20): Algunos narradores creen que "los elementos y la providencia transformaron la derrota en victoria" (Garrido, en 'Los Puello")


(21): Euclides Gutiérrez Félix; : en: "Máximo Gómez" - Los pueblos y su historia, perfil biográfico -; articulo, "El Nacional", 17 de noviembre de 1991, pagina 24.


(22): J.R., "Testigo Ocular" ; en : "El Eco de la Opinión", No. 427, 27 de febrero de 1888


(23), (24) : Historia Gráfica de la República dominicana; José Ramón Estrella; editorial taller, 1986, página 180


(26): Euclides Gutiérrez Félix; en ; "El tratado de Basilea"; El Nacional 25/7/


(27): Jimmy Durán; en : "Nacionalistas, ni Chauvinista... (Idem)

Saturday, January 20, 2007

UN TEATRISTA DE CHIQUILLADAS

UN TEATRISTA DE CHIQUILLADAS

Sobieski Suvarov


En su autobiografía, el “autor” de “Barriga No Grata”, obra plagiada de El Mal de un Buen Médico, de Sor Dolores Alvarez, M.C., nunca afirma que fuera autor de algo dramático. Nació en 1965, afirma que se inició como actor a los 16 años de edad, en la obra: El Espejo Roto, de Lincoln López, representada en el Teatro de la Casa Curial de San Juan de la Maguana, en 1980.

El mismo afirma que “desde 1989 hasta1994 (¡seis años!) dirigió piezas breves para el Teatro Chiquitín de la Escuela de Bellas Artes, tales como: La Pastorcita Mentirosa, (¡de ésta debió aprender mucho!), El Círculo de Tiza, El Ratoncito Vanidoso (¡posiblemente ésta le gustó mucho!), y otras.

En ese mismo período cuenta el teatrista, fundó de manera paralela el Teatro Barriga Verde, y dirigió y actuó en las obras: El hombre que no podía orinar, Yo estoy con todos los gobiernos y Papeles Volteados.

Dice que en 1993, introdujo el teatro de títeres en el Sur del país. Pero borra de esta acción pionera al teatrista y dramaturgo Nicolás Michelén, a quien llama “su alumno”. Ambos hicieron el mismo curso de títeres en Santo Domingo, y ambos lo introducen en San Juan, no en el Sur. Ambos también, participan en el “Primer Teatro de Títeres de Santo Domingo”, convocado por Casa de Teatro, de Freddy Ginebra.

De modo que no sería raro que afirmara que el dramaturgo sanjuanero Nicolás Michelén, no es más que un fantasma porque ya no vive en San Juan, y que no sabe a lo que se expone, si es que le da el placer de aparecer. Le gusta amenazar al “maestro teatrista” ..Se autodefine como tal, y la única vez que ha tenido una tiza en la mano fue cuando -según él-, montó para la chiquillada El Círculo de Tiza!

Su encanto mayor es hacer desaparecer a los demás, como Mandrake el Mago: A Nicolás Michelén, como pionero del teatro de títeres, a la monja Sor Dolores Alvarez, M.C., como autora teatral, y a dos poetas, como antologistas, para quedarse siempre él solo, en sus respectivos lugares. ¡Perro huevero, aunque le quemen el hocico!

Su ego hipertrofiado, sigue “dictando” su “autobiografía”; dice de sí mismo que: escribió la obra de títeres, La Luciérnaga y el Sapo, y adaptó, La Gallina Sembradora (¡ah, desde chiquito tiene la manía de hacer “adaptaciones” de las obras de otros!).

En ningún momento de su “autobiografía”, que escribe y dicta libre y voluntariamente, menciona ser autor de El Mal de un Buen Médico, sencillamente porque su espíritu no ha vivido esa experiencia de auto ría. Esta obra teatral, aparece publicada mimeografiada, el 12 de marzo de 1982, presentando al final un dibujo, también mimeografiado, de una pareja que sueñan con un hijo, y la siguiente leyenda: “El verdadero amor es el que los debe hacer decidirse a traer o no, un hijo al mundo”, y esto está firmado por C.E.P.A.M., una institución social ligada a la Iglesia Católica. Es decir, que el mensaje de la obra de Sor Dolores, M.C., es un mensaje tanto del CEPAM, como de la Iglesia(CEPAM: Centro de Educación para el Amor, funciona en dos parroquias de San Juan, como grupo muy estable con más de 25 años), por lo que en la obra teatral, hay mucha referencia de esta relación en la discusión que sostienen en la obra original, el Dr. Morillo y el Dr. Ñañez, borrado de un tajo por el copista y plagiador “autor” de la ingrata barriga aquella.

Veamos lo borrado por el plagiador

Dr. Ñañez: -La Iglesia te ha cegado adoctrinándote; yo como amigo
tuyo que soy te voy a recordar lo siguiente, la Iglesia
dice muchas cosas y la ciencia dice muchas otras muy
diferentes; si tú quieres ir a tu Iglesia, okay, pero no te
equivoques de ruta porque tú eres un profesional y debes
comportarte como un profesional

Dr. Morillo: -Aquí no se trata de que yo vaya o deje de ir a la Iglesia,
o de que esté equivocado o no, aquí se trata de principios

Dr. Ñáñez: -¿Cuáles principios?, ¡déjate de romanticismo, esa época
ya pasó a la historia; en estos tiempos los principios son
interpretados a la conveniencia de beneficios particulares


Como puede verse, se trata de un duelo filosófico, una discusión de altura, de personas maduras; un muchacho de 17 años de una provincia atrasada y conservadora como San Juan de la Maguana, no sabía entonces ni siquiera qué era “Filosofía”; lo que se da aquí es una lucha ideológica, una lucha dialéctica entre el idealismo de la Iglesia y el materialismo filosófico de la Ciencia, y el copista, andaba en esa época con “gallinitas sembradoras”, con “ratoncitos vanidosos” y con “pastorcitas mentirosas”; era un niño mentalmente, dirigiendo según sus propias palabras, un teatro para chiquitines, y a los niños les estaba prohibido para entonces hablar de abortos, y tenían que acostarse temprano, para que los Santos Reyes, le pusieran los 6 de enero.

El “maestro” director de teatro confiesa que lo que él hacía no era otra cosa que “presentar obras de autores que habían escrito teatro”, como precisamente “Papeles Volteados”, de Nicolás Michelén. Si éste era su alumno, ¿por qué monta esta obra ajena y no la suya propia?¿Cómo una persona con el ego tan inflado desde pequeño, siendo “director” de teatro, no monta su propia obra? Sencillo, porque no tenía obra. El empieza “a tener obra” a partir de junio, 2005, en la III Feria Regional del Sur, mientras que la obra que copia, data del 12 de marzo de 1982.

¡23 años antes!

Como a este plagiador impenitente como periodista gobiernista que es, le gusta estar amenazando periódicos serios digitales con demandarlos por “difamación e injuria” y mostrando su “reconocimiento” como “autor” verdadero de la “onda”, nos gustaría, ¡y esto si nos causaría un gran placer…si es que aparece, que nos mostrara el manuscrito, el original, sus apuntes sobre cómo concibió El Mal de un Buen Médico, que su terquedad se empecina en decir que es de su autoría, y al mismo tiempo, que se lo mostrara al público, a los teatristas del Cibao, y a todos los que, como los que dirigen la Oficina Nacional de Derechos de Autor, ha estado engañando como su “pastorcita mentirosa”.

Si así hubiera sido, no la transforma, no toma su esqueleto para hacer un Frankeinstein teatral horrible, y hubiera incluso concursado en el 2002, en el Concurso Nacional de Literatura de la Universidad Central del Este, junto a obras sanjuaneras como La Peste de estos Días, que ganó el primer lugar de teatro. Tal vez, el primer premio le hubiera tocado a Barriga No Grata, aunque para esa fecha “esa obra” no existía en la bibliografía sanjuanera ni en ninguna otra, como tampoco existía El Mal de un Buen Médico, en la mente del plagiador, porque todavía no había tenido la oportunidad de apropiarse a escondida del trabajo ajeno que otros habían investigado sobre el teatro sanjuanero con fines de hacer una antología sanjuanera.

Su invento llamado ATESUR, verdadero fantasma sin ninguna obra realizada, más que “dos reuniones”…!y ya esta!, hubiera sido también una gran oportunidad –siendo él su flamante presidente-, para que presentara “su obra”, pero no, la que presentan en La Vega, en intercambio con los teatristas cibaeños, es nada mas y nada menos que: …”Papeles Volteados , de Nicolás Michelén, “su alumno” (¿Su alumno o su maestro?). Lo que demuestra, que cada vez que el teatro sanjuanero tiene que estar representado, se recurre a Nicolás Michelén. Esos “intercambios con el Cibao, los realiza, no ATESUR, sino el Teatro Caretas, de Wilson Roa.

La mención de otro verdadero fantasma llamado “Teatro Barriga Verde”, sólo existe en la mente del plagiador, padre de los fantasmas que se quedaron en el pasado entre chiquitines, rezagados y sin historia trascendente.

Se podría analizar línea por línea El Mal de un Buen Médico y su adefesio Barriga No Grata. Lo cierto es que el “nuevo autor” no se da ni cuenta que el tema original se le va de las manos, llenándolo de contradicciones e inexactitudes. Situaciones por ejemplo como “un médico confesando y llorando sus problemas a una paciente”, la paciente consolándolo y acariciándole la espalda; “un médico resolviéndole el problema económico a una paciente”que acude a él a realizarse un aborto precisamente por problemas económicas !Ya lo sabéis, embarazadas del mundo, cuando tengáis en mente un aborto por problemas económicos, acudid a este gran “dramaturgo” sanjuanero, que él os resolverá vuestro problema en su consultorio!
Así resuelve este teatrista, el problema de un aborto en “su obra”.

-“Siempre se hace un favor a cambio de algo?”, dice la pacienta
-“Sí”, constesta, el médico. Y ella termina “insinuante” en la camilla del
consultorio, preguntándole al doctor si ella es linda, y el doctor diciéndole
que sí y apartándole “el pelo de la mejilla”; ella confirmándole que
“siempre está dispuesta”; él, ahora, acariciando suavemente su mejilla
con ternura; ella, cerrando los ojos y suspirando; él, diciéndole: “usted
es una flor”, y ella, “sí, dígame cosas bellas, necesito que me digan cosas
bonitas”, y el doctor: “…si estuviera en mi jardín todos los días le echa--
ría agua bendita…”, y la paciente “que le besa con delicadeza la mano”
diciéndole: “usted si sabe tratar a una mujer”, y el doctor tan entusiasmado aconsejándole: “a usted lo que le hace falta es amor”; y ella, “amor,
mucho amor”; y el doctor, “amor del bueno”; y ella, otra vez, ”amor
del negrito”…

Todo lo anterior, nada mas y nada menos que…en un consultorio, con un médico que estaba allí para escuchar el problema de una mujer embarazada que quiere abortar, pero que en realidad ha ido por ladillas, mas luego, es la interrupción de su embarazo, y de improviso, termina “chuleando” en pleno consultorio con su doctor el cual conquista y le da trabajo, y entonces se transforma en un doctor que interroga la vida privada de la pacienta, que se inmiscuye en su vida personal, descubriendo que tiene dos “chulos”, sintiéndose herido y “celoso”, llamándola “puta”, y finalizando el esperpento de obra teatral que cree genial dejándose abofetear y abofeteando él mismo a su propia pacienta en un verdadero ambiente plebeyo, callejero.

¿Es esto una obra de teatro que plantea un problema de aborto?

A esta falta de ingenio, podríamos llamarle con propiedad, vulgaridad Teatral. Léase ambos textos, el de Sor Dolores, M.C., que es el original, y el del plagiador, que es la copia transformada de aquella, y se verá lo que dice el copista de sí mismo en su “autobiografía”: Que es un representante del “teatro callejero”, embobador de chiquitines.



AUTOBIOGRAFIA DE UN PLAGIADOR
(NOTESE, QUE EL MISMO NO INCLUYE
SU “OBRA CUMBRE”, DADA A LA LUZ
PUBLICA EN ENERO, 2005)



Edgar Valenzuela: Se inició en las tablas a los 16 años, en la obra “El Espejo Roto, escrita por Lincoln López. Ha fundado varios grupos de Teatro y de títeres en San Juan de la Maguana, donde es forjador de uNa nueva generación de actores y dramaturgos de proyección nacional.

Entre 1989 y 1994, dirigió una docena de piezas breves para el Teatro Chiquitín de la Extensión Escuela de Bellas Artes, en San Juan de la Maguana: ¿Y Quién le Pone el Cascabel al Gato?, El Sancocho en la Tribu, La Corte del León, El Ratoncito Vanidoso, Santa Claus No Tiene Dinero, El Círculo de Tiza, El Pastelón y el Bizcocho, El Campesino y los Pastelitos, entre otras.

De manera paralela, en el mismo período, montó para el Teatro Barriga Verde, El Hombre Que No Podía Orinar, Papeles Volteados, y Yo Estoy Con Todos los Gobiernos, donde también interpretó varios papeles.
En 1993, introdujo el teatro de títeres en el Sur del país. Escribió la obra , La Luciérnaga y el Sapo, y adaptó, La Gallina Sembradora, las cuales presentó en 1994, en el Primer Festival Internacional de Títeres, en Casa de Teatro.
Representó en la Calle El Conde, la pieza, El Vendedor, de Narciso González, como parte del Festival Nacional de Teatro Callejero, organizado por el Teatro Califa.

Desde 1984, organiza periódicamente talleres y tertulias itinerantes en su provincia con los más destacados dramaturgos, actores, directores, titiriteros y escritores de la República Dominicana.

Ha participado en curso de dramaturgia con Reinaldo Disla, y Rodolfo Santana; de dirección, con Manuel Chapuseaux; de actuación, con los actores TPC, Elvira Taveras, Lorenzo Martínez, Esther Cabrera, Miriam Matías, y de títeres, con Xiomara Rodríguez.

El 28 de marzo del 2004, fundó con otros artistas la Acción Teatral del Sur –ATESUR- . Es, además, licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Se ha destacado en su rol de periodista en las redacciones del periódico Hoy, Radio Mil Informando, La Nación, CDN, Cadenas de Noticias Televisión Canal 37, y Supercanal 33.

(Copiado del libro: Trilogía de Dramaturgos del Sur, Editora Centenario S.A., Santo Domingo, República Dominicana, página 39).-

Thursday, January 18, 2007

“BARRIGA NO GRATA” UNA OBRA CARGADA DE LADILLAS


Acto Tercero…y último


Sobieski Suvarov


La obra “Barriga No Grata”, registrada posiblemente entre los meses de marzo-mayo del 2005, en la Oficina Nacional de Derechos de Autor a nombre de Edgar Valenzuela, es un vulgar plagio mal hecho del drama en dos actos “El Mal de un Buen Médico”, cuya autora lo es la monja española, Sor Dolores Alvarez, residente durante un tiempo de su ministerio en San Juan de la Maguana, y publicada en esta ciudad el 12 de marzo de 1982. Entre el original y la copia, media un trecho de 22 años, lapso que el copista creyó que el tiempo había borrado. Esto lo llevó a expresar con euforia: “La Monja Fantasma…no existe”.

Hemos dicho en nuestro primer artículo sobre este tema, que investigando obras y autores sanjuaneros junto con el metapoeta José Enrique Méndez Díaz, con mira a la realización de una “Antología de Escritores sanjuaneros”, descubrí dicha obra de teatro. La obra me la facilitó una
ex – monja, a quien pregunté si la misma había sido puesta en escena alguna vez, ya que no residía para esa época en mi ciudad natal. Me respondió que no. Un dramaturgo y actor activo que compartió escenario social con Sor Dolores Alvarez, el brillante Nicolás Michelén, autor de la comedia “Papeles Volteados”, tal vez la obra de teatro sanjuanera que mayor número de veces ha sido montada, no recuerda que El Mal de un Buen Médico, haya sido representada en las tablas. En agosto, 2004, cuando Wilson Roa, conocido actor y director de teatro sanjuanero no soñaba siquiera con un cargo de la Secretaria de Estado de Cultura en San Juan, ni mucho menos que iba un día a decirle tres verdades a quien se jactaba de ser “su maestro”, le hicimos la misma pregunta en nuestra condición de investigador. Que él supiera, nunca esa obra se había montado en San Juan de la Maguna. Me he acogido pues, a esas respuestas de protagonistas de la época en que apareció El Mal de un Buen Médico.

Qué nos importa a nosotros que dicha obra se haya puesto o no en escena? Me circunscribía simplemente a mi papel de recolector de datos con mira a la publicación de una antología. Explico con claridad, aunque sin entrar en mucho detalles, cómo el plagiador, que originalmente era miembro del colectivo que realizaría la antología sanjuanera, traicionó el proyecto abandonándolo y tomando todo lo concerniente a nuestro trabajo colectivo referido a los autores sanjuaneros, para hacer más tarde otra obra plagiaria, la inapropiadamente llamada “Antología de Escritores delSur de la Isla, como si escritores de Jacmel, o de Puerto Príncipe, por ejemplo, estuvieran presentes en “su obra”. Tal vez quería decir, “del Sur de la República Dominicana”.

Para el 24 de enero, 2006, a dos años de haberse iniciado el proyecto y aproximadamente un año de la traición, habíamos redactado una carta dirigida al señor Edgar Valenzuela, llamándolo por su verdadero nombre.

José Enrique, que conocía los términos y tenía copia de ella nos dijo: “No tiene sentido mandarle esa carta; déjalo, que él mismo se sacó del grupo”.

Se refería a que en ella le comunicábamos que había sido expulsado de nuestro proyecto colectivo de la Antología de Escritores Sanjuaneros, quedando con esa responsabilidad, José Enrique y yo.

Para esa fecha el copista anunciaba con bombos y platillos la próxima puesta en circulación de “su obra”: Antología de Escritores del Sur de La Isla. ¡Qué descaro! Ni siquiera fue capaz de escribir algo original que no fuera “una antología”. Y más aún, que la parte correspondiente a nuestra ciudad, era “nuestro trabajo colectivo” y no tenía derecho a tocarlo. El mismo había planteado y todos lo aprobamos, que antes de que saliera la “antologia de San Juan”, nadie podía publicar parte de lo que teníamos investigado. El mismo, violó su propia propuesta. Una vez más demostraba que no tenía originalidad, que no era mas que un vulgar copista, un plagiador.
Demostraremos enseguida lo que afirmamos.

“Su obra”, Barriga No Grata, título poco estético por cierto, y que mas bien debió llamarse “Ladillas No Gratas”, era una vulgar copia de El Mal de un Buen Médico, de Sor Dolores, M.C., copia muy mal hecha y llena de vulgaridades, tanto en la elección de las palabras como en la
intensión de los diálogos, que cambia por completo el planteamiento original del drama.

El copista lo borra todo de un plumazo. Cambia el texto y el contexto de la obra original. Debió “conformarse” con que la Hermana Mercedaria de la Caridad, por caridad, dejó que su nombre estuviera al lado del de ella, dando la impresión de que eran “dos los autores”, de que era una obra escrita “a dos manos”. Su mediocridad lo llevó a pensar que porque había transcurrido un lapso de 22 años desde la aparición de la obra, nadie iba saber la verdad, cometiendo la infamia de sacar como autora a la verdadera autora y poniéndose “él solo”, como autor de esa copia bizarra, frankeinsteniana, que llamó Barriga No Grata. El copista lo borra todo de un plumazo. Cambia el texto y el contexto de la obra original; debió “conformarse” con que la Hermana Mercedaria de la Caridad, por caridad, dejó que su nombre estuviera al lado del de ella,
dando la impresión de que eran “dos los autores”, de que era una obra escrita “a dos manos”. Su mediocridad lo llevó a pensar que porque había transcurrido un lapso de 22 años desde la parición de la obra, nadie iba saber la verdad, cometiendo la infamia de borrar como autora a la verdadera autora y poniéndose “él solo”, como autor de esa copia bizarra, frankeinsteniana, que llamó Barriga No Grata.

Aparición de un Falso Autor

Entre bastidores, regó la voz de que estaba haciendo “un arreglo” a: El Mal de un Buen Médico. Ya se creía un “antologista libre”. Podía hacer lo que le viniera en gana, sobre todo, que ahora tenía un buen cargo en el gobierno y se sentía apoyado.

Trabajó “su nueva obra” con la celeridad con que le gustaba cocinar las cosas.

Epigrafió a Neruda: “…Y no me encontrarán entre los libros…” :

¡Claro!, cómo iban a encontrarlo entre los libros si no era un verdadero autor, un autor original, auténtico. El, lo sabía; determinó que su obra se llamaría “Barriga No Grata” . En esta ocasión, no encontró quien le sugiriera varios títulos para él, genialmente, escoger uno de ellos. “Su obra”, sería un drama de un acto único, y su único autor, sería él. Los personajes serían dos, una tal “Señora Gómez”, y el mismísimo Dr. Morillo, que aparece en el original. De un plumazo borró del mapa al Dr. Ñañez, y a Susy, la hija de la “Señora”. En la obra plagiada hay cuatro personajes: Señora, Dr.Morillo, Dr. Ñañez y Susy (hija de la Señora), todos presentados en dos actos.

El copista comenzó su bizarría “iluminando el consultorio”; acto seguido dice: “En el centro, en una camilla sobre ruedas, está la Señora Gómez, con las piernas abiertas, boca arriba…”(¡diablo, que entrada más soez!), “al fondo, frente a ella, el Dr. Morillo, examina su vagina…” “…el Dr.
Morillo, aplica un spray en la vulva de la Señora Gómez…”.
Que vulgaridad, apreciamos nosotros. El doctor, examina una vagina, y luego aparece echando un spray a la vulva. Vagina y vulva, no es lo mismo. Ni es ésa, la forma en que examina un profesional de Ginecología y Obstetricia. Además no es cierto, no está acorde con la “realidad”, que: “en medio de los consultorios de los ginecobstetra –o de cuaquier otro-- médico-, haya una camilla de ruedas”. Eso no existe en un consultorio médico. Podría existir en una “Emergencia” de Hospital o de Centro Médico Privado, y aún ahí, siempre hay una mesa o camilla de exámen ginecológico, colocada a un lado de la habitación y discretamente ubicada.

Un exámen ginecológico no se hace en una “camilla de ruedas” sino en una camilla ginecológica, de ésas que se parten en dos en uno de sus extremos, y que tienen adaptadores de estribos para que la paciente coloque sus piernas elevadas y separadas, es decir en “posición ginecológica”.
Sólo así podríamos ver de frente el periné, exactamente donde está colocada la vulva.

La vagina es otra cosa. Es un conducto que parte desde el “introito” hasta el cuello del útero, profundamente en pelvis. El Dr. Morillo, no tenía que buscar absolutamente nada en la vagina de la Señora Gómez; sobre todo que se supone, aunque el copista no lo dice en la entrada de “su obra”, mientras que el lector, o el público, sí lo sabe desde el principio en la obra original. Estos son los “pequeños deslices” en lo que un mal copista incurre subconscientemente, que terminan siendo las pequeñas pistas que denuncian su “crimen perfecto”.

Se supone pues, que la Señora Gómez, está embarazada, porque es de aborto, al fin y al cabo, que ella irá a hablar a ese consultorio. Este, es el tema central que nunca se abandona en el original. No así en el plagio no grato, donde todo se trastoca, se traspone, se trastorna..
Meterle los dedos en la vagina a una mujer embarazada equivale –por torpeza y resconocimiento obstétrico-, a provocarle un aborto. Y es esto precisamente lo que se trata de evitar. En conclusión, el inicio de esa nombrada “obra de teatro”, es tambien una copia mala de la “realidad”; desconoce “su autor”, cómo es un consultorio de un ginecobstetra y sabe mucho menos, cómo se hace un exámen ginecológico.

El “autor” de “Barriga No Grata”, no introduce “su obra”. No sabe el lector o el público, por qué esa tal Señora Gómez, está en ese consultorio; aunque bien pronto sabe otra cosa: Que está allí porque está llena de ladillas y ha ido a consultar.

- “¿Cómo se dió cuenta que eran ladillas?”, pregunta un asorado Dr.Morillo. Sólo un médico estúpido podría hacerle semejante pregunta a su paciente. –“El otro día noté que me habían salido como lunares entre los pelos; supe que eran ladillas cuando me arranqué una y la vi moviendo las paticas”. Lo del parecido a “lunares”, es cierto, pero eso de “verles las paticas” sólo existe en la imaginación de ese “creador”. Cuando se estudia Medicina, y se hace práctica de Parasitología, uno comprueba que sólo con un microscopio, podríamos verle bien “las paticas” a las ladillas.

Barriga No Grata, cambia todo el texto y contexto de la obra de Sor Dolores. El plagiario, debió conformarse con que la Hermana Mercedaria de la Caridad, permitiera su nombre al lado del de ella; así, daba la impresión de que los dos, eran los autores de El Mal de un Buen Médico.

Su primer gran error, fue romper con el colectivo de antologistas, apropiarse de una copia de la obra, esperar un tiempo, que tal vez él juzgó prudente,reformarla (¡aquí cometió un crimen, provocó un “aborto”!), ir a la Oficina Nacional de Derecho de Autor, declararla como hija suya, con lo que se ponía en “Onda”, como “autor”; luego, invertarse un verdadero fantasma llamado ATESUR, evocar otro, que ni como fantasma existe ya llamado “Teatro Barriga Verde”, hacerle montar, imbuido de prepotencia gobiernista su adefesio teatral, al director del Grupo Teatral Caretas, Wilson Roa, que sí existe, en la III Feria Regional del Sur, de junio, 2005, donde se hace “publicar” en la obra, Trilogía de Dramaturgos del Sur, como dramaturgo junto a los famosos dramaturgos sanjuanero Nicolas Michelén (que él dice, es su alumno), y su hermano, Angelo Valenzuela, que después de Ulises Hereaux Ogando, es el mejor dramaturgo de San Juan de la Maguana.

En enero,2005, se “estrena” delirantemente con la parafernalia del señor Secretario de Estado de Cultura a su lado como apadrinándolo, tanto en Santo Domingo, como en su ciudad natal, y creyéndose que por fin, tenía a Dios, cogido por el rabo.

Este “autor”, en “su obra” menciona cinco veces la palabra “ladillas” en apenas sus dos primeras páginas. ¿Cómo se llama la obra?: “Ladillas No Gratas”. El Dr.Morillo, regala a la Señora Gómez, “un spray mata-ladillas para que lo lleve siempre en su cartera y lo use cada vez que se revolteen las ladillas”.Una vez mas demuestra que no sabe, ni siquiera, cómo se matan las ladillas.

La Señora Gómez, del copista, tiene 29 años de edad; es una mujer de baja estofa, una “cualquiera”: sólo un tipo de mujer así, consigue fácilmente ladillas. La otra Señora, la de Sor Dolores, es una señora decente, honorable, que desesperada por su situación económica quiere hacerse un aborto.

Hemos dicho que los personajes eran cuatro y el plagiario borra dos, entre Ellos a Susy, la hija de la Señora.

Veamos lo que ocurre: A Susy, niña de 8 años, la cambia por una muñeca,sobre la que va a hacer descargar todos unos sentimientos de culpa para provocar en la Señora “un rechazo a la acción del aborto”. Este “recurso” lo extrae de la obra teatral: La Empresa Perdona un Momento de Locura, del dramaturgo venezolano Rodolfo Santana, de quien el copista se declara, discípulo. Imita pues, lo que hace Rodolfo Santana, es decir, lo copia.

Veamos una tercera copia del copista.

En “Barriga No Grata”, el Dr.Morillo, se niega a hacer el aborto a la Señora Gómez. Veamos por qué “…No puedo hacer abortos, dice; tengo razones personales para no hacer abortos”. “Dejé de hacerlos porque la única hija que tenía, murió a causa de un aborto; en lugar de decírmelo a mí, se puso en mano de un carnicero; yo quisiera que usted viera como quedó el cuerpo de esa criatura; apenas tenía 17 años…” (o sea que los hacía, y éste es un desliz más del copista, porque el Dr. Morillo, de Sor Dolores, M.C., ¡nunca hizo un aborto, sino el Dr. Ñañez!).

En esta parte, el “dramaturgo copista” copia al Dr. Eusebio Rivera Almodóvar, ginecobstetra real y escritor real dominicano, autor de dos obras; Mis Días de Frío, obra testimonial de sus días como médico pasante en la ciudad de Constanza, y del libro de cuentos: Sueños de Ojos Abiertos. En éste último, hay un cuento sobre el aborto en donde “…la hija de un médico, muere a manos de un abortero, que Almodóvar, llama “carnicero”; el médico al ver el estado desastroso en que dejaron a su hija, lamenta que ésta no hubiera tenido la confianza de comunicarle su estado de embarazo…”

¡Para buen entendedor!

Los copistas pues, no son originales, no tienen el don de crear; el verdadero artista, es aquel que “crea”, aunque tenga una que otra influencia de otros autores que lo hayan influido. Cuando a Isabel Allende, le dicen: “Usted escribe como Gabriel García Márquez”, el envidioso que se lo dice, quiere herirla porque la sabe igualmente exitosa como García Márquez. Ella, responde con humildad: “Es el mejor elogio que he oído a mi obra”. Si leemos a Allende, es cierto que nos recuerda mucho al colombiano, sin embargo, todas las historias que la chilena cuenta, son historias “chilenas”, historias de ella, y no garcía-marquianas. Isabel Allende, es entonces una autora sin comillas. Una autora real.

El copista no se dio cuenta de lo que mutilaba

Cuando amputó de la obra original al Dr. Ñañez, el copista no se dio cuenta de lo que mutilaba (¡otro desliz!). El Dr. Ñañez, juega un papel importante para Sor Dolores. Representa en la obra, la otra cara del Dr. Morillo.

Es el médico joven, capacitado y triunfador económicamente, pero corrompido, capaz de cualquier cosa. Es un médico sin ética, sin moral. Es este personaje precisamente quien le da título a la obra: El Mal de un Buen Médico. Y es un médico que no le importa comercializar con su ciencia; Sor Dolores, lo contrapone al Dr. Morillo, que representa al médico de “principios”.

Los argumentos que usa para convencer a “su pacienta”, son corteses, civilizados, académicos: incluso en la obra “le da folletos educativos” a su pacienta, para que junto a su esposo, los estudien en su casa con calma, y le da cita para otra ocasión, para que tenga tiempo de reflexionar sobre lo que pretende hacer con su embarazo. El Dr. Morillo, le hace una recomendación extraña a la Señora: “…en la próxima cita, tráigame su hija a la consulta…” La hija de la señora tiene 8 años de edad.

Entonces, cuando llega el anunciado día, la niña, presente entre el doctor y la paciente, juega su papel. El doctor, da una espada a la señora para que asesine a su propia hija. La señora, se horroriza a través de esta intensión diabólica, de este acto repulsivo, convenciéndola mediante este ardid, que no debía hacerse el aborto porque “ era lo mismo que estaba pensando hacer con el niño que llevaba en su vientre”.

El final de la obra es feliz. El Dr. Morillo, triunfa sobre la idea abortista de la pacienta, que es lo que pretendía Sor Dolores, en su obra. Podemos decir que la filosofía de la Iglesia, triunfa, sobre los argumentos cientistas del Dr. Ñañez.

No ocurre así en la “obra” del plagiador. El final, es un sólo desastre, una hecatombe moral, un Dr. Morillo, que se deja llevar por una “puta”, él mismo juzgando de “puta” a su pacienta, ofreciéndole trabajo en su propia clínica “para ayudarla a resolver su problema económico, enredándose afectivamente con su pacienta, acariciándose mutuamente, diciéndose palabras melosas de amantes, en un consultorio, la pacienta terminando abofeteando al doctor, y el doctor a su pacienta, celoso “porque descubre que tiene dos chulos, uno para que le mande dinero del extranjero, y el otro para que le resuelva sus apremios carnales”.

Una vulgaridad en la que no tiene que meterse como “personaje” ningún “dramaturgo” excepto que sea un hacedor de teatro callejero. Por eso el copista termina demostrando que no tiene dominio sobre lo que se había planteado, sencillamente porque no tiene madera de creador inspirado en la realidad, sino en obra ajena.

–continúa- todavía falta más…

Saturday, January 13, 2007

EDITORIAL RACIMOS DE UVA: Enero 2007















“SIN INJUSTICIAS NI PRIVILEGIOS”



De 1996 al 2000, “El Bohemio”, que es un detector de mentiras y verdades dijo: “No vendo ni una revista”, “No hay circulante en la calle”.

Los que se habían sacado el Poder en la Loteria de Mayo-1996, inyectaron la esperanza del pueblo de ilusiones. “Ahora sí”, dijeron. Anunciaron que todo ese maldito pasado de miseria, corrupción, desempleo y sub-empleo, acabaría. Lo más espectacular de toda la comedia fue, el aumento de los salarios, que comenzó con sus funcionarios, todos, cuadros del Partido. Habían servido al Partido, y ahora, el Partido empezaba a servirle a ellos.

Le subieron un “chin” al salario de los trabajadores públicos: Médicos, enfermeras, maestros y otros, pero un “chon” al salario de los funcionarios del Partido.

Habían acusado a los anteriores de corruptos e insaciables, pero empezaron ganando cinco veces más que los corruptos e insaciables que habían desplazados de la administración pública. Aparecieron salarios de $50,000.00, de $60.000.00, de $75,000.00, que entonces, 1996-2000, era un verdadero lujo, un escándalo.

Fue un escándalo también, cuando se supo tras bastidores, pues nose anunció públicamente, que el presidente de la Junta Central Electoral, ganaba $75.000.00. Para esa misma época, el Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, empezó a ganar lo mismo, con la ventaja, es decir, el privilegio, de que al finalizar su man-
dato, había que seguir pagándole los mismos $75,000.00, en su casa, “hasta que encontrara un nuevo trabajo y se estabilizara económicamente”.

Los médicos y los maestros, mártires del trabajo en esta sociedad, seguían comiendo mierda y dejando el bagazo de sus cuerpos sin ningún tipo de incentivo al trabajo.

El salario de los funcionarios gobiernistas subía en un 500%, con el argumento oficial de “evitar la corrupción administrativa con esa medida”. Y en un 500%, subía el precio de los productos de primera necesidad, conforme a un trabajo irrefutable de Narciso Isa Conde, publicado en Barrigaverde. Net. El pueblo, seguía estrangulado en sus salarios. Los que tenían salarios. El salario mínimo era de unos $ 2,000.00. Hoy, sigue siendo bajo, muy bajo,de alrededor de $3,000.00 pesos.

Ahora es el sindicalista Rafael-Pepe-Abréu, quien denuncia el escándalo, las injusticias y los privilegios que tiene que seguir aguantando este pueblo sumido en la miseria. Salarios astronómicos para un solo funcionario de $900,000.00, de $700,000.00, de 600,000.00, y de MEDIO MILLON DE PESOS, al mes.

Los Héctor Valdéz Albizu, los Vicente Bengoa, los Camilo, los Montás, las Germán, los Lizardo, los Bautista…

¡Por Dios!, no sean tan abusadores que la soga está al romperse.


Saddan Hussein, todopoderoso de Irak, una vez, inteligente como el que más se “las dé…” de los dominicanos, brillante como el que más, que se sabía íntegro y recitaba de memoria el Corán, con el cual gobernaba también, fue pupilo y niño mimado de los norteamericanos…y acaba de ser ahorcado por ellos mismos.

Mírense en ese espejo. Y en el otro. En el del ascenso de los pueblos. En el inevitable ascenso del nuevo socialismo, que habrá de traernos la verdadera liberación dominicana.

DR. JUSTINIANO COLON PUELLO

ORTOPEDA-TRAUMATOLOGO

Dr. Sobieski De León Lazala


El doctor Justiniano Colón Puello, nació el 5 de septiembre de 1947,en la sección de Cuenda, San Juan de la Maguana. Fue el segundo de una familia de cinco hijos varones de los esposos Federico Colón y Felicia Puello, dos labradores de la tierra y productores del campo.

Creció en estrecha unión de sus hermanos de sangre, Juan, Samuel, José e Hilario, siempre apegado al núcleo familiar. Sus primeros tres años de estudios transcurren en Cuenda, su pueblito natal, ingresando el 7 de octubre de 1957, cuando contaba diez años, al quinto grado de la Escuela Primaria de Varones Francisco Sánchez del Rosario, del municipio de San Juan de la Maguana. El primer año y medio de esta
nueva etapa, los pasa trasladándose diariamente desde Cuenda, hasta su nueva escuela, distante unos ocho kilómetros, hasta que sus padres deciden mudarse para la ciudad, en enero de 1959.

Realiza sus estudios secundarios de 1961 a 1964, en el Liceo Secundario Gustavo Dimaggio, posteriormente nombrado “Pedro Henríquez Ureña”, de San Juan de la Maguana. A raíz de la odiosa intervención militar norteamericana de nuestra patria, en 1965, es cerrada la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD-, nuestra universidad
estatal, lo que hace que bajo muchos sacrificios, sus padres lo enviaran a estudiar a España. Ingresa el 9 de septiembre de 1965, en la Universidad Literaria de Valencia” (así se nombraba dicha universidad).

El primero de octubre de ese mismo año, se inicia como estudiante de Medicina. Obtiene el título de Licenciado en Medicina, a principio de 1973.

En marzo del mismo año, pasa a la ciudad de Barcelona, donde empieza un post-grado en la especialidad de traumatología y cirugía ortopédica, en el Hospital Quinta de Salud Alianza, dependencia de la Universidad Autónoma de Barcelona, obteniendo el diploma de: Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica, en 1976.

Se queda ejerciendo la profesión en dicho hospital durante diez años, de 1976 a 1985. Este último año consigue una “Plaza Ambulatoria de la Seguridad Social”, ejerciéndola durante diez meses, en dos ocasiones como ayudante, y en una, como jefe de servicio.

En 1986, regresa a su país, e inicia de inmediato una “pasantía honorífica” de ley, en el Hospital de Ortopedia y Traumatología Dr. Darío Contreras, de la ciudad de Santo Domingo. Se le designa como profesor de la especialidad, durante todo ese año de 1986.

En el mes de diciembre se convocan plazas para especialistas y gana la del Hospital Público Dr. Alejandro Cabral, de San Juan de la Maguana. Designado como”Médico Ayudante de Especialidad”, se le encarga dirigir el Departamento de Ortopedia y Traumatología, lo que asume desde enero de 1987, hasta entrado el año 2003, cuando
se le concede una licencia por enfermedad.

Al amparo de toda apreciación humanista y tomando en cuenta el valor social aportado como individuo a su sociedad, el Dr. Justiniano Colón Puello, sale ganancioso. Ha sido, sin ninguna reserva un ciudadano ejemplar, que no sólo ha conquistado con sus propias fuerzas y las de los suyos un lugar meritorio en la vida pública de su pueblo, desde la sencillez del ambiente rural, hasta la compleja vida de las
metrópolis españolas que ha conquistado con decisión y disciplina,sino que, y ese es su gran valor, que lo pone al servicio de sus congéneres, de la gente sencilla que lo rodea y que necesita de sus servicios.
A todas estas gentes sencillas de su pueblo, pone toda su ciencia, su integridad y su moral, que siempre coexistieron con su espíritu romántico y soñador.

Adolescente aún, ingresa en una institución de servicio social como lo era esa sagrada casa creada por el inglés Baden Power, llamada “Boy-Scouts” (Esculturismo). El Dr. Justiniano Colón Puello, fue un ejemplar boy-scout de la Patrulla Las Gaviotas, bajo la dirección de ese inolvidable luchador de las mejores causas Adriano Santil.

Se levantó en el amor a la naturaleza, siendo incapaz de quebrar la más mínima rama de un árbol, en contraste a los tiranos, quienes quebraban con su insensibilidad los huesos de los pueblos. Aprendió en el escultismo, o lo consolidó más aún porque ya lo tenía aprendido desde su mismo origen, el amor por los árboles, los animales, las aves, el río, la siembra, la naturaleza toda.

Allí aprendió a expresar su amor por los seres humanos y la naturaleza,ya asistiendo a sus reuniones, ya yendo de excursión a las montañas, ya haciendo de tráfico y dirigiendo el tránsito vehicular en la ciudad, ya imponiendo el orden con su bordón en los actos públicos sociales, culturales, deportivos, religiosos. O, educando a la juventud de su tiempo en servir a los demás, proteger el medio ambiente, amar la fauna y la flora, en el respeto a las pasadas generaciones y envejecientes, en fin, en todo lo que constituía un tesoro de civismo y humanismo.

Tal fue el núcleo de educación social que completó la educación familiar hacia el trabajo y la ética, heredando al mismo tiempo el culto a la amistad, de la cual fue siempre un abanderado.

Formó parte de una pléyade de sanjuaneros útiles que se propuso prepararse en el extranjero y regresar a su patria a servirle a los demás, cuando las botas yankees ofendieron y masacraron nuestro pueblo impidiendo estudiar en nuestra propia tierra, educarnos, trabajar y desarrollarnos en libertad como nos lo enseñara nuestro padre de la patria Juan Pablo Duarte. Esos forjadores de patria en el extranjero fueron además del Dr.Justiniano Colón Puello, los también médicos Emmanuel Reyes Abréu,
Samuel Reyes Ledesma, Eusebio Garrido Castillo, Gustavo Otto Garrido Acosta, Fernando Ibert Acosta, José Antonio Morillo Heyaime, Livio Héctor Peña Guillermo, y Fulvio Cervantes Sánchez, único del grupo que no abrazaba las ciencias médicas sino rillante estudiante de ingeniería y arquitectura.

Cuando le llega el momento de romper con el egoísmo de la individualidad humana, forma su propia familia. Ocurre esto en España, y junto a la española María del Pilar Segade, procrea a Cristian Ildefonso (economista), Pilar (fisiatra) y Diana (estudiante de Medicina), todos, productos de su matrimonio del 3 de enero de 1970.

Dos españoles con autoridad para enjuiciar, reconocieron las dotes personales y humanas del Dr. Justiniano Colón Puello. Nos referimos a su jefe inmediato en la especialidad y jefe del Hospital Quinta de Salud de Traumatología y Cirugía Ortopédica, de la ciudad de Barcelona, Profesor Doctor Docente Alfonso Rocosa Perés, Ayudante de la UniverSidad Central de Barcelona. Por otra parte, el también Profesor Doctor Docente Antonio Biulach, jefe de la cátedra de Cirugía General, de la
misma institución académica.

Un campesino, tomado de la mano de una joven mujer, vienen de muy lejos. Pregunta dónde se encuentra el Dr. Justiniano Colón Puello. “En esa habitación”, le dicen. Entran silenciosa y solemnemente como si estuvieran frente a un altar sagrado. Y lo es. Están ante el altar sagrado del cuerpo enfermo del Dr. Justiniano Colón Puello. El rostro de ambos campesinos lo expresan todo. El hombre habla. Dice: “Supimos que estaba enfermo y vinimos a verle”. La otra, es su hija. No dicen más. Es un reconocimiento cargado de más emotividad que la de esta noche en la que intentamos rendir merecidamente un pequeño homenaje al Dr. Colón, ortopeda y traumatólogo sanjuanero que ha servido a su pueblo con desinterés y entrega total.

Cuando esa joven que está frente a él tenía 14 años, le operó unas deformidades en las extremidades inferiores que le impedían caminar normalmente. El doctor Colón, la puso a caminar. Ella y su padre, nunca tuvieron con qué pagarle y ahora, en esta hora aciaga por la que todos habremos de pasar, le reiteran su agradecimiento con su presencia humilde.

El 18 de agosto del 2005, con la prisa de la vergüenza que no podía contener las paredes del Colegio Médico Dominicano- filial San Juan, que él mismo ideara y cuyo plano fuera producto de sus ideas aprendidas en España, y a tan sólo 49 días de su muerte, se le concede un reconocimiento por su “labor profesional y entrega a sus pacientes”.

Muchos no saben, o no comprenden, cuál es la razón de su existencia.
La del Dr. Justiniano Colón Puello, fue la de darse; dar su ciencia y su persona a los demás, a cambio de nada.

Friday, January 12, 2007

A proposito de Articulo de Bolivar Beltré sobre Los Palmeros


Amaury Germán Aristy y sus compañeros se multiplicaron por miles para defender sus ideas de redención política y social, en un combate desigual con las tropas de represión balagueristas de los famosos 12 años.

12 DE ENERO
Amaury, Virgilio, Ulises y la Chuta: cuatro estrellas en el cielo


Comentarios de Sobieski de León


Creo que Bolívar Beltré, hace una labor revolucionaria, hablando de revolucionarios como Amaury, Virgilio, Ulises y Leal Prandy, cuatro héroes nacionales, luchadores por la liberacion definitiva de nuestra patria de los explotadores.
Lucharon por una nueva sociedad, mas justa, más humana, donde todos seamos medidos por igual, una sociedad con justicia social. Una sociedad socialista. La grandeza de esos "muchachos revolucionarios y socialistas" no fue enfrentar un ejército entero, sino su decisión de lucha hasta el final.
La noche antes de su martirologio, ya estaban "rodeados" en la casa de "seguridad" donde estaban en "el doce" de la autopista "Las Américas". Miguel Cocco, actual director de Aduanas, tenía contacto con "Los Palmeros", el grupo de Amaury. Aquella noche, Miguel Cocco, los visitó en aquella casa de "Seguridad". Le dijo a Amaury: "Dejen eso, están rodeados, los van a matar; hay tiempo de que se vayan ahora". Amaury le dijo que no, que todo estaba decidido, que no darían marcha atrás. Cocco, se regresó a la ciudad. En la madrugada, hirieron a uno del grupo, creo que a Ulises, después Leal Prandy, cayó en la emboscada tendida por los hombres del Señor Henríquez, jefe de los servicios de seguridad (DNI), del Presidente Balaguer. Sólo Amaury y Virgilio, rompen el cerco y se internan en las cuevas del "doce". Allí ocurre una batalla heróica que llevó a decir lleno de admiración a uno de los oficiales del ejército perseguidor:

"Con diez hombres así, se tumba cualquier gobierno".

Amaury, y los demás demostraron que no importaba el número de armas en las manos sino de estrellas en la frente.

Y lo que dijo otro revolucionario "de a verdad" del Frente Sandinista de Liberación Nacional, de Nicaragua, el poeta leonés Leonel Rugama:

"Los héroes, no dijeron nunca que morían por la Patria, sino que murieron".

!Pronto el sueño de Amaury Germán, Virgilio Perdomo, Ulises Cerón y Leal Prandy ("La Chuta"), florecerá y dará fruto. Nunca la sangre de nuestros héroes, ha sido derramada en vano. Menos en esta hora desesperada de los sueños.

Saturday, January 06, 2007

ACTO SEGUNDO: LA MONJA FANTASMA EXISTE

Sobieski Suvarov


La “Monja Fantasma”, autora de la obra de teatro en dos actos El Mal De Un Buen Médico, existe. Se llama Dolores Álvarez, es española y Mercedaria de la Caridad. No ha muerto y está viva, a pesar de que publicó su drama hace 24 años, el 12 de marzo de 1982., cuando vivió en San Juan de la Maguana, ejerciendo su ministerio. Nunca se llegó a poner en escena, a pesar de que su contemporánea “Papeles Volteados” del dramaturgo sanjuanero Nicolás Mi-
chelén, sí fue llevada a las tablas, precisamente por el teatrista Edgar Valenzuela.

Esta obra fue descubierta por mí, a raíz de estar investigando con el tambien sanjuanero José Enrique Méndez (Ike Méndez), al asumir nosotros la realización de la tan anhelada Antología de Escritores Sanjuaneros.

Un Poco De Historia

En la tertulia itinerante de octubre, 2002, celebrada en nuestra ciudad en la casa de los hermanos Doris y Tulio César Montes de Oca Lazala, se tocó el tema de la famosa “necesidad” de hacer este trabajo. Era harto conocido que el profesor Rafael Ernesto Herrera (“Yaque”), tenía en preparación, una antología, pero referida solamente a poetas sanjuaneros. Este “trabajo de investigación”, nunca ha aparecido, ni en vida del profesor ni después de su muerte.

Tampoco es un secreto pues se ha mencionado en algunos lugares públicos, que el poeta Rafael Pineda, ha mostrado interés en hacer una “antología de poetas sanjuaneros. Sobieski De León Lazala, alumno dilecto del profesor Yaque, siempre ha tenido la misma idea, pero en grande, mucho más amplia,debido a que le tortura que San Juan de la Maguana, no tenga su propia antologia, detrás de pueblos como Monte Plata, para mencionar tan sólo uno, que
siendo una ciudad hecha provincia hace menos de 15 años, tiene antología.
Las Matas de Farfán, una común de la Provincia San Juan, puede enorgullecerse de tenerla.

En aquella tertulia, con la asistencia del renombrado poeta Víctor Villegas, del novelista y cuentista Avelino Stanley, quien disertó para la ocasión sobre “La Impresión de una Obra Literaria”, el médico y escritor Rafael Correa, y el obispo José Dolores Grullón Estrella, entre otros, se planteó la urgente tarea de llevarla a cabo de una vez por toda. Se planteó como una “necesidad colectiva” de la ciudad. ¡Trabajo pesado y no remunerado que nunca nadie ha querido asumir!. Como siempre, uno de los contertulios propuso desde la tertulia que el trabajo lo asumieran las siguientes personas presentes en la reunión: Sinecio Ramírez, Roberto Canario, Edgar Valenzuela, José Enrique Méndez, Sobieski De León y Rafael Pineda (que no estaba presente en la tertulia).
Sinecio, declinó por razones personales de “ocupación”; el poeta Pineda, que siempre ha tenido un espíritu enigmático, no estaba presente pero dudamos que hubiera aceptado por estar en esos mismos menesteres, aunque de manera individual; el poeta Canario, ni se dio por enterado. Sólo tres aceptamos el reto: Edgar, José Enrique y yo.

Del Lic. Edgar Valenzuela, el poeta Pineda, había dicho una vez en público en una de las reuniones de los “Escritores del Sur”: “!Ya sabrán ustedes quién es Edgar Valenzuela!”.

Bien pronto, Ike Méndez y yo, lo supimos. El poeta Pineda, tuvo “boca de chivo”. Fue como un perdigonazo preparado y disparado a la cabeza a quemarropa; fue sencillamente, un acto de “alta traición”, no sólo a nosotros dos sino a, San Juan de la Maguana.

El señor Lic. Edgar Valenzuela, bien pronto demostró un aceleramiento inusitado, sintomático, anormal . Se quizo constituir en guía y batuta del grupo, pero estaba equivocado. Ni era más inteligente que nosotros, ni más viejo, ni más listo. Ninguna de las tres cosas. Quería que acopiáramos rápido y termináramos rápido la “antología”. ¡Imposible!, dijimos Ike y yo. Me dí cuenta que el señor licenciado, no tenía la menor idea de la importancia del trabajo.
Se lo comuniqué a Ike, y nos mantuvimos en guardia a partir de ese momento. Tampoco era “el que más trabajaba”, esto lo digo con conocimiento de causa. Hablaba mucho y hacía poco. Empezó a hacer un extraño cronograma en su computadora, o mejor dicho a poner a otro a que se lo hiciera, en donde él aparecía como el “más trabajador”. Ike, era incansable digitando textos en su P.C., y yo, buscando e investigando obras a seleccionar. Incluso venía a nuestras reuniones con “cosas” que ya Ike, había hecho y digitado como por ejemplo, todo lo referente al autor sanjuanero Victor Garrido Puello, y su hermano E.O. Garrido Puello. Yo, aparecía como un idiota haragán y poco productivoen el “cronograma de trabajo” hecho en “su casa”. ¡Que bárbaro!

Recuerdo su cara de iluminado cuando me aparecí con: El Mal De Un Buen Médico, de la monja española residente en San Juan, Sor Dolores Alvarez.
Su nombre aparecía agregado después del nombre de la monja, porque él, como “teatrista famoso” en esa época, le hizo cierta correcciones de estilo. Agradecida, la monja no tuvo ningún inconveniente que su nombre apareciera junto al de ella. Eso era precisamente lo que el señor Lic. Edgar Valenzuela, hacía con las obras de teatro de su hermano Angelo Valenzuela. Nunca se ha visto una obra de Angelo, con el nombre de Edgar, al lado. ¡Con la monja, fue diferente!

La obra trata sobre “el rechazo al aborto”; es, “un canto a la vida”. Comprensible en una monja este tema, sobre todo que ella trabajaba con la juventud como parte de su ministerio, siendo al mismo tiempo una activista cultural.
Quería mandarle a esa misma juventud un mensaje positivo de “respeto a la Vida”. Pero como Angelo, no tenía entonces experiencia en escribir teatro y organizar los diálogos. Lo correcto hubiera sido que, como en las canciones, donde se especifica quién es el autor de la letra, quién el de la música, quién el “arreglista”, y quién el cantante. Esto era lo correcto. ¡Es lo correcto! Un “arreglista”, no es el autor de una composición musical.. El texto original debió incluso decir: “El Mal De Un Buen Médico”, autora, Dolores Alvarez, corrección de, Edgar Valenzuela. Pero esto no es usual en obras literarias. En música sí, pero no en literatura.

Puede incluso existir un poema escrito “a dos voces”, y hasta “a tres voces”, como hay composiciones para piano “a cuatro manos”. O incluso, como “corriente vanguardista” se podría intentar un cuento y hasta una obra de teatro a “dos manos”. Pero si se lee con ojos críticos El Mal De Un Buen Médico, se verá que sólo tiene “un aliento vital”, “una voz monotónica”, una “única inspiración profunda y definitiva”, la de sor Dolores Alvarez, una monja que todavía no ha pasado a ser parte de los fantasmas.

ACTO TERCERO: “BARRIGA NO GRATA”, UNA OBRA
LLENA DE LADILLAS

Continuará…