“DIAGNOSTICO HISTORICO, ANTROPOLOGICO Y ARQUEOLOGICO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA”
Sobieski De León (Crónica)
Expositores: Antropólogos Glenis Tavárez Maria y Rafael Puello.
Contertulios: Prof. Ney Sánchez, Carlos Vicente Castillo, Saladino Figuereo, Salvinia Caminero, Doris Montes de Oca, Edwin Guzmán, Tony Sánchez, Tulio César Montes de Oca, Rubén Zabala, Jorge Washington Prince.
Anfitrión: Sobieski De León.
Celebramos con un entusiasmo contagioso la IV Tertulia “El Patio Del Doctor” con el tema “Diagnóstico Histórico, Antropológico y Arqueológico de San Juan de la Maguana” tratado por los antropólogos sancristobalenses Glenis Tavárez Maria y Rafael Puello, del Grupo indigenista Guabancex, Viento y Agua.
El encuentro se efectuó el viernes 5 de Junio a las 7:30 P.M. La tarde anunciaba torvos nubarrones, presagio de lluvia como queriendo aguar la fiesta cultural de amigos. Los primeros en llegar fueron los propios expositores seguidos de los profesores históricos de San Juan Luís Ney Sánchez y Carlos Vicente Castillo. Luego arribaron Tony y Salvinia.
En efecto, a las 7:15 de la noche empezó a llover indicio funesto por parte de la Naturaleza contra los contertulios. Desbaratamos el orden del “Patio” protegiendo todo de la lluvia. Resguardado en la sala de la casa de habitación se inició una improvisada tertulia o pre-tertulia (la antropóloga Glenis Tavárez, no se hizo para el silencio). De pronto estaban metidos en el mundo indigenista.
San Juan de la Maguana es por doquier Caonabo, Anacaona, Corral de los
Indios, La Pared, Lemba, La Fiesta del Espíritu Santo de “El Batey”, religiosidad popular, luases, “bacases”, “misterios”, “espíritus”, “montadera del caballo” (una “fuerza” misteriosa que nos posee y “habla” a través de nosotros).
A la media hora escampó y decidimos arreglar de nuevo “El Patio”. Serían las 8:30 de la noche cuando iniciamos formalmente. Sin embargo el anfitrión aclaró que de hecho la tertulia tenía unos treinta minutos comenzada y, de todas formas, dio una bienvenida fraterna a todos. Hubo a seguidas la autopresentación acostumbrada. Los expositores fueron al grano. Glenis Tavárez recapituló algo de lo dicho en la sala de la casa bajo la lluvia. Inició con destreza su charla. Agotaría unos 20 minutos introduciendo el tema intentando “provocar” al auditorio. Dijo que el nombre antiguo de San Juan de la Maguana era “Maguana”, que significaba en lengua taína “Vega Pequeña” y que estaba allí porque esta ciudad era una de las provincias de la isla con mayor riqueza antropológica y arqueológica. Mencionó a Barreras (Azua) como el punto más antiguo de la Isla. Por allí llegaron a nuestra tierra los aborígenes taínos y otras etnias. Para llegar hasta San Juan de la Maguana, era tan sólo un paso. El descubrimiento de “El Hombre de Seboruco”(•), era una prueba indirecta de la misma antigüedad arqueológica que Azua, que databa de unos 2,600 años Antes de Nuestra Era (a.n.e.). Aquellas gentes haBían sido nómadas y vivían una época preCerámica. Ya el “Hombre de Seboruco” se hallaba en una etapa superior o cerámista (junto a él se había encontrado alguna cerámica, poca pero cerámica al fin). Sostuvo que en esta etapa Colón no anduvo por nuestras tierras, pero Don Bartolomé Colón sí estuvo por la zona de Azua, para agregar que “San Juan de la Maguana era una de las provincias más importantes desde el punto de vista arqueológico e histórico antropológico.
Reveló que había venido visitando la provincia desde 1994; luego estuvo en 1996 y en 1997 por tercera vez en investigaciones específica. Pero esta mujer ha estado innumerables veces de forma “no registrada”.y ha levantado una red de testigos y entusiastas de la investigación indigenista.
Fue nombrando personajes y acontecimientos de nuestra Historia primigenia desconocidos algunos de ellos para los sanjuaneros allí presentes y asociando su importancia a motivos de investigación. “Caonabo era un hombre de por acá, de San Juan de la Maguana”, dijo. Colón oye hablar de él y empieza a buscarlo y relata cómo a partir del matrimonio con Anacaona se dedica a servir a estas tierras muy buenas y de posición geográfica muy importante mencionando que había quienes sostenían que en “El Corral de los Indios” hizo de los primeros areítos guerreros. Maguana, era el nombre del poblado (que no del cacicazgo que era “Baitoa”) y fue el dominio desde donde enfrentó al Imperio Español hasta su captura en Jánico.
Causó mucha admiración y orgullo cuando la expositora reveló “que fue Maguana el primer lugar de América en donde se libró la primera guerra contra el Imperio Español, la Guerra de la Maguana y donde Colón hace su primera matanza”. Esto causó muchos problemas a los indígenas. Instó a los presentes a buscar “ese poblado” en San Juan donde se libró esa batalla con los indios considerando esto de gran importancia arqueológica.
Mencionó otras “riquezas arqueológicas” como la “industria azucarera” del Primer San Juan de América (el San Juan colonial de más de cinco siglos de fundación y una de las ciudades más viejas de América). Recordó que se ha encontrado ya el Ingenio de Joan (Juan) De León, en la sección de “La Culata”, advirtiendo sobre dos intentos de destrucción de este patrimonio de la humanidad de San Juan de la Maguana. En una ocasión se iba a realizar un asentamiento alrededor del lugar y se logró impedir, y en el 2006 había un plan de “agrandamiento de la cloaca” vecina a las ruinas del ingenio para “darle trabajo a humildes desempleados que exigían algo que hacer”. Esto denunciado por Sobieski De León e impedido gracias a los buenos oficios individuales del ingeniero Julio Suero Marranzini, conocedor de ambos lugares y de la importancia de nuestro patrimonio colonial. El canal hacia este sanjuanero preocupado lo fueron Mariajóse Alvarez Gautier y Glenis Tavárez.
Para esta especialista un ingenio no es tan sólo “una casa” sino un complejo de casas juntas: Una casa de herrería, una iglesia, un depósito de utensilios y recipientes, viviendas para quienes trabajan en él, instalaciones para llevar el azúcar a una vía de agua (que la había) en fin, un complejo habitacional.
(Nota del autor: El antropólogo Fernando Luna Calderón, descubridor de “El Hombre de Seboruco” y quien realizara varias investigaciones en San Juan de la Maguana, sostenía por instinto, que frente al Ingenio de Joan De León debían estar las ruinas del San Juan de la Maguana colonial, bajo los arrozales y campos sembrados de habichuelas).
Concluyó que San Juan de la Maguana tiene demasiado cosas a investigar,
invitando a los sanjuaneros a buscar todo tipo de fuentes orales posibles entre los pobladores más viejos de la ciudad, recoger lo que les digan, para luego constatar con la bibliografía de que disponemos e ir a buscar “esas cosas”.
Sólo así podríamos levantar una provincia tan rica arqueológicamente como
San Juan de la Maguana.
Por su parte el antropólogo e investigador Rafael Puello apoyó las palabras de su compañera de exposición enriqueciendo aún más la “provocación” a la investigación que ambos se habían propuesto con su charla. Expresó que se limitaría a “planteamientos de estímulos” considerando que el recurso histórico de San Juan era bastante interesante. Pero no sólo esto sino también su tierra, su clima, sus productos, que permitía que su pueblo fuera más habitable de lo que era. Insistió en su riqueza arqueológica y en los varios ingenios de azúcar que tuvo, en el establecimiento de negros de diferentes etnias de Africa que luego se mezclarían con los españoles no sólo en lo biológico sino también en lo cultural dando un sincretismo de todos conocido.
Nos habló de un tipo de música, de un ritmo que nos es peculiar llamado La Comarca que usó mucho Liborio Mateo en sus andanzas por las montañas, y de la aparición precisamente en estas tierras del “liborismo” el movimiento mesiánico de Liborio.
Invitó a realizar un exámen con todas las variables de la Antropología y de la Historia. Preguntarnos cuáles son nuestras necesidades para hacer un levantamiento desde estos particulares puntos de vista, advirtiendo que primero que todo había que hacer un diagnóstico de lo que tenemos.
Especificó que para tal cosa esto no se podía hacer sólo sino con el aval de las instituciones que existen para tal fin como el Museo del Hombre Dominicano, la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Medio Ambiente, la Gobernación y el Ayuntamiento locales y otras.
Para Puello, todas estas instituciones tienen que integrarse en la cultura, que por definición lo abarca todo. Por tanto estas instituciones debían ver cuáles son las necesidades para salvaguardar los patrimonios. Puso de ejemplo que ha visto cómo en San Juan de la Maguana se defiende a rajatabla “El Corral de los Indios”, pero no porque las instituciones se hayan preocupado sino que quienes defienden este patrimonio han sido siempre personas particulares.
Concluyó que era una necesidad obligar a las autoridades e instituciones a realizar estos diagnósticos. Después de ambas exposiciones la tertulia propició un espacio de turno libre que fue muy esperado y participativo. Hubo quienes se entusiasmaron tanto que bien hubieran querido ofrecer otra charla sobre indigenismo local. Pero todos debían participar o una gran parte de los presentes y empezaron a llover preguntas, comentarios y testimonios sobre lugares de importancia arqueológica como la otra “Pared” de la época colonial encontrada en un taller de mecánica junto al Liceo Pedro Henríquez Ureña, mismo donde un grupo de sanjuaneros ubican la antigua ciudad en el actual barrio de Manoguayabo.
El profesor Ney Sánchez aportó el dato de una posible “plaza” indígena en la sección El Batey. A propósito, los antropólogos habían expresado que en taíno “batey” significa “plaza”. El profesor Ney se prestó para preparar una excursión al lugar con fines de investigación.
La IV Tertulia recogió la inquietud de Glenis Tavárez de que en la lista de los expedicionarios del 14 de Junio había un sanjuanero de apellido Ogando llamando a los interesados a recabar informaciones al respecto para incluírlo en la conmemoración este 14 de Junio del 50 aniversario de la invasión contra la tiranía trujillista.
¿Era el Corral de los Indios el centro de la isla? Fue ésta otra de las interrogantes magistralmente respondida por la investigadora. Por otra parte algunos de los contertulios criticaron el levantamiento de una estatua al cacique Caonabo a la entrada de la ciudad aduciendo “que no se ajustaba a lo que conocíamos sobre Caonabo”, agregaron que más bien “se parecía al Enriquillo que siempre nos mostraron en la Escuela Francisco Sánchez del Rosario Donde todavía se exhibe una estatua gigante de este otro cacique.
Otros lamentaron el “historicidio” de La Casa de Lilís, donde vivió Juana Ogando que fue asiento de la elaboración de varios decretos del restaurador y luego déspota dominicano de finales del siglo XIX Ulises Heureaux, para poner una insulsa e infuncional “Escuela de Informática”. Otros atropellos culturales nombrados fueron la “modernización pictórica” del San Juan Bautista de la Casa Curial, la destrucción de un mural valioso en el Comedor del Hotel Maguana atribuído por algunos a Vela Zanetti y que el profesor Ney Sánchez ubica como del pintor Radhamés de la Cruz. Por último el muralicidio del Mural de Moisés, en la pared Sur de la Iglesia Evangélica Dominicana de la calle Capotillo a esquina Dr. Cabral, pintado por el renombrado pintor chicano Emmanuel, alumno de uno de los tres muralistas más famosos de Méjico y del mundo: el muralista Murillo, ejecutado por un pastor insensible y analfabeta de la misma iglesia.
El interés demostrado por aquellos temas indigenistas e históricos resumió en un solo contertulio aquella noche: Rubén Zabala quien dijo limitaría su participación a unas cuantas preguntas. Pero fue una ráfaga de interrogantes, todas interesantes, lo que salía de su cerebro en la inquieta articulación de sus palabras. La noche no bastaba para tanto y los antropólogos se limitaron a tres: La Primera Batalla de los españoles en América y tierra sanjuanera, la de los Ingenios de Azúcar del San Juan colonial, reputada como la mejor del mundo y la Fiesta del Espíritu Santo en El Batey. Noche de aprendizaje y de cultura sin lugar a dudas.
(•) El Hombre de Seboruco fue descubierto en el Complejo de Cuevas de Seboruco, San Juan de la Maguana, en el mes de marzo de 1996 por los antropólogos Fernando Luna Calderón y Glenis Tavárez, en compañía de Pablo Ventura, obrero al servicio del Museo del Hombre Dominicano y el cirujano sanjuanero Sobieski De León Lazala.
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( Para Revista Racimos de Uva Digital, Sobieski De León, “Crónica de la IV
Tertulia “El Patio Del Doctor”: “Diagnóstico Histórico, Antropológico y Arqueológico de San Juan de la Maguana”: Glenis Tavárez y Rafael Puello; viernes 5 de Junio, 2009, San Juan de la Maguana).
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