Tuesday, January 05, 2010

EL HOMBRE VISTO POR LOS HOMBRES



Prof. Dr. Sobieski De León Lazala

El organismo humano es una existencia dentro de la naturaleza material de lo existente”

Los antiguos griegos, en los siglos VII-VI a.n.e., organizaron todos los conocimientos conocidos hasta entonces en lo que llamaron Filosofía Naturalista. De ahí se desprenderían todas las ciencias del Hombre. El paso de la sociedad tribal a la sociedad esclavista de acuerdo al filósofo alemán Carlos Marx, representó una revolución social para esa época. Al mismo tiempo hubo una revolución en el pensamiento. Son significativas sus palabras: “Los griegos antiguos seguirán siendo por siempre nuestros maestros”. De ese momento histórico surgen los primeros pensadores materialistas y dialécticos: Demócrito, Epicuro, Heráclito, Alcmeón de Crotona, Hipócrates, y los idealistas y dualistas Platón y su alumno Aristóteles, considerado éste último como el más sabio filósofo de todos los tiempos, preceptor del gran Alejandro Magno, que con apenas 25 años de edad, conquistó las tres cuartas partes del mundo conocido hasta sus días.

Desde entonces y para siempre la explicación de la Naturaleza, de la Sociedad y del Hombre, como existencia dentro de todo lo creado será vista desde dos particulares puntos de vista filosóficos: La Filosofía Materialista Dialéctica (o Materialismo Filosófico) y la Filosofía Idealista (o Idealismo Filosófico) llamado también Metafísica, del griego “metha”, que significa “al lado de…”, o “paralelo a…”, queriendo significar que se trata de un “andamiaje ideológico cuyo razonamiento ocurre no dentro de la “Física” o de lo “físico” sino “paralelo a la realidad física”. Como sabemos lo “físico” es aquello que podemos tocar o comprobar. De modo que ahí mismo nace el concepto “sobrenatural”, “espiritual” como algo independiente de la materia. La Metafísica es por tanto la base de toda creencia religiosa, de toda religión.

Platón, es el Padre de Idealismo Filosófico, de la Metafísica; su alumno Aristóteles es quien la desarrolla. Sin embargo hay una diferencia fundamental en ambos; mientras Platón es idealista “puro” creador del concepto del “pneuma” o “espíritu”, Aristóteles es “dualista”, esto es idealista y materialista al mismo tiempo, influido sin dudas por Demócrito y Heráclito. Mientras para el maestro “cuando muere la parte material del Hombre sobrevive el espíritu”, para el aventajado alumno para quien el Hombre es también un ser hecho de materia y espíritu, ambos se hayan tan estrechamente ligado en una “unidad” que “cuando muere la parte material también muere con ella la parte espiritual”. En esto consiste en esencia la diferencia entre la concepción del Hombre en Platón y en su alumno Aristóteteles. La religión va a acomodar las ideas de ambos pensadores. La concepción del Hombre para la religión, en nuestros días, no será otra cosa que las mismas ideas de ambos filósofos griegos antiguos, acomodadas a sus propios intereses.

Concepto Metafísico (Religioso) del Hombre

El “Hombre” es una criatura creada por “Dios”, un espíritu perfectísimo, principio y fin de todas las cosas (La Divinidad). Es un “ser” omnisciente y omnipresente, es toda ciencia y toda presencia. Todo lo sabe y está en todas partes. Todo lo ve y todo lo oye (aunque no tiene sentido de la vista ni sentido del oído al ser una entidad no material). No se mueve la hoja de un árbol sin su voluntad. De acuerdo al Génesis uno de los libros de la Biblia, considerado a su vez como libro sagrado, “Dios” hizo el mundo en seis días…”y al séptimo descansó…”. (primera debilidad, pues lo agotó su “acto de creación”).

Para los seguidores de esta filosofía, “Dios” ha existido siempre, nunca cambia (“no está sometido al cambio”), por tanto es un “ser inmutable”. Hizo al Hombre “a su imagen y semejanza”. Tomando un día barro (tierra) hizo un muñeco y soplando aliento vital en él, creó al Hombre (se sopla “aire”, exactamente el “pneuma” de Platón). Viendo más tarde que “el Hombre estaba solo y triste (otro de sus errores), lo sumió en un sueño profundo y tomando una costilla de él, le hizo una compañera, la mujer”. Es así como aparece la pareja humana en “un paraíso terrenal”, la naturaleza. Entonces les dijo: “creced y multiplicaos, henchid la tierra”, y se creó la Humanidad. “Dios”, es un espíritu que “habló” con un ser hecho de tierra. Espíritu y Materia, se comunicaron. Todas esas concepciones forman parte de la llamada Metafísica, considerada una pseudo ciencia por los hombres de ciencia.

Como Cuenta la Ciencia el Origen del Hombre, de la Sociedad y la Naturaleza

El cuento de la ciencia es otro, y para sus seguidores mucho más creíble y armónico. Se basa en la otra filosofía, el llamado materialismo dialéctico.¿Qué enseña el materialismo dialéctico? Enseña que la materia (“todo lo que existe”, “lo que for-ma todo lo que existe”) siempre ha existido, que es eterna. Que la característica fundamental de la materia es el movimiento. Que todo lo que se mueve cambia. Que el cambio es la única realidad existente. Cambio significa desarrollo. Vemos que todo está sometido al cambio, enseñanza de los griegos antiguos. Todo cambia, “todo fluye” enseñaba Heráclito. “Nadie se baña dos veces en el mismo río”, solía decir. Todo está formado de pequeñas partículas indivisibles llamada “áto-mos” (teoría “atomística” de Demócrito y Epicuro). Todo guarda relación entre sí. Nada, absolutamente nada permanece es-tático, quieto, inmutable en la naturaleza.

Alcmeón De Crotona (500 a.n.e.)

Se atribuye a este griego nacido en la isla de Crotona haber sido el primero en disecar cadáveres de animales y haber escri-

to el primer manual de Anatomía que se haya registrado; en éste escribe su concepto del Hombre. “El cerebro es el órgano principal del organismo humano y centro de toda su actividad”.

Platón (427-347 a.n.e.)

Ideólogo de la aristocracia griega creador del Idealismo Filosófico o Metafísica. Su concepto del organismo humano (del Hombre) consiste en negar el planteamiento de Alcmeón de Crotona de un “órgano principal y dirigente”, sosteniendo que “el organismo humano en vez de uno posee tres órganos principales que son: El corazón, el hígado y el cerebro (“Trípode de Platón”), en cada uno de los cuales reside un “pneuma” o “espíritu”, que es quien dirige el cuerpo. Platón crea el concepto de “espíritu” llamándole “pneuma”, que en griego significa “aire”, “aliento”, atribuyéndole característica particular como algo independiente de la materia. Así para Platón, el Hombre vendría a estar conformado por dos elementos independientes el uno del otro: uno espiritual y el otro material, el primero de los cuales sigue viviendo cuando desaparece o muere la parte material.

Como se puede apreciar, este filósofo griego es el padre de las religiones modernas monoteístas (cristianismo, judaísmo, ma-hometanismo), que enseñan la creencia en un “ser espiritual superior”.

Aristóteles (384-322 a.n.e.)

Discípulo de Platón y educador del célebre Alejandro Magno de Macedonia, considerado el sabio y filósofo más eminente de la Grecia Antigua; dualista, ecléctico, materialista e idealista al mismo tiempo. Por un lado desarrolló la doctrina idealista de su maestro sobre el “espíritu” como principio eficiente, vivificante, que llamó “entelequia”. Creador del “vitalismo”, concepción idealista según la cual “el organismo y cada una de sus partes están dotadas de una fuerza vital especial”. Al mismo tiempo sostenía que “todo en la naturaleza incluido el ser humano está sometido a una racionalidad superior , la “teleología” (de “telos”-finalidad). Sin embargo, contrario a su maestro Platón mantuvo un criterio materialista respecto al espíritu, que se haya en unidad con el cuerpo, y siendo mortal fallece con éste. Para Aristóteles, el Hombre es un ser dotado de dos elementos: espíritu y materia formando una unidad. A él se deben los primeros intentos de comparación entre los cuerpos de los anima-les y el estudio del embrión. Se le considera el iniciador de la anatomía comparada y de la embriología. Emitió una idea ver-

dadera contraria a la religión, al afirmar que “todo animal procede de lo animal” (“omne animale ex animali”). El “viltalismo” y el concepto de la “racionalidad superior” caen dentro del marco de la Metafísica.

Claudio Galeno (años 130-200 n.e.)

Médico, anatomista, fisiólogo, filósofo, y escritor de la antigua Roma, seguidor de las ideas de Platón y Aristóteles. Es el más representativo del la época romana que trascendió a la misma. Disecaba animales sobre todo monos por parecerse al Hom-

bre. El cuerpo humano tiene varias estructuras con su nombre. Su concepto del Hombre todavía se repite en nuestros días. Para Galeno el Hombre es “una máquina maravillosa dotada de tal perfección con la que no puede soñar siquiera ningún arte humano, puesto que ha sido creada por el artífice supremo para una finalidad superior”. Como podemos ver estas son las mismas ideas de Platón y Aristóteles repetidas ahora por Galeno en la Roma antigua, que van a su vez a ser repetidas en los tiempos modernos por el catecismo de la religión católica.

Erasístrato (350-300 a.n.e.)

Médico y filósofo de Alejandría (actual Turquía). Partiendo de la filosofía materialista de Demócrito y Epicuro sobre la estructura atómica de la materia, consideraba que “el organismo del Hombre estaba constituido por partículas diminutas indivisibles”.

El Hombre Visto por los Hombres del Feudalismo (Siglos V-XVII)

Para el filósofo alemán Carlos Marx, creador del comunismo junto a Federico Engels, el feudalismo constituyó un período de doce años, que va desde el siglo quinto hasta el siglo diecisiete de nuestra Historia. Marx, divide a su vez en tres estadios o etapas que son: Primer Estadio o Feudalismo Inicial (del siglo V al siglo X-XI), Segundo Estadio o Feudalismo Desa-rrollado (del siglo XI al siglo XV), y Tercer Estadio o Feudalismo Decadente (o formación de los elementos del capita-lismo). Esta tercera etapa coincide con el llamado Renacimiento, período de florecimiento de las artes, las ciencias, las téc-nicas, el comercio, el desarrollo de las ciudades y de toda actividad humana conocida.

Concepto del Hombre en el Feudalismo Inicial (Siglo V-XI)

En este período se derrumba el Imperio Romano. Predominan las ideas de Galeno sobre el Hombre que son tomadas por La Escolástica (la religión, los monasterios). Con el derrumbamiento del Imperio Romano se da paso de la sociedad esclavista a la sociedad feudal, caracterizada por sus relaciones de servidumbre (amos y siervos). En Europa Occidental domina la Iglesia Católica, con su única ideología, la religión cristiana, la cual era enemiga de la ciencia y entorpecía su evolución (desarrollo). En vez de la ciencia florecían la Alquimia, la Magia y otras ciencias ocultas, todas falsas. Todo esto condujo a la decadencia de las ciencias, incluida la anatomía, que es quien viene definiendo al Hombre. En este período, “el organismo humano se con-sidera como un mundo pequeño, “el microcosmos”, en donde las partes del cuerpo están en correspondencia con las partes del firmamento”. En vez de la anatomía se desarrolla la astrología. De los tratados de medicina sólo estaban difundidos los tra-

bajos de Galeno, castrados por los servidores de la iglesia de su esencia materialista. El Renacimiento va a sacar a relucir to-

dos los errores en los conceptos de la medicina galénica fundida con la escolástica.

El clero patrocinaba exclusivamente la propaganda de las concepciones idealistas y teleológicas de Galeno respecto a la crea-ción del Hombre “por un ser superior”, es decir un Dios, persiguiendo (y eliminando) a los que hacían crítica de las mismas. Fue la época de la “Santa Inquisición o el Santo Oficio” que llevó a tantos hombres de ciencia al patíbulo (a la hoguera, a la horca, a la decapitación, a la muerte a palos). Al monje y astrónomo italiano Giordano Bruno lo condenó al exilio, luego a la cárcel y en ella le “cortó la lengua” por sostener que la tierra no era el centro del universo sino el sol (teoría geocéntrica de la iglesia), y al igual que Galileo Galilei, otro mártir de la ciencia de la época, que la tierra se movía (la iglesia o escolástica ense-ñaba como dogma religioso que “no se movía”).

Avicena (Ibn-Sin) (980-1037 de n.e.)

En Oriente, libre de la influencia del catolicismo, la medicina y la anatomía continuaron desarrollándose. El Oriente musulmán desempeñó también un papel positivo en el aseguramiento de la sucesión de la ciencia antigua. Cuando los árabes irrumpieron en Europa en los siglos VII-VIII, tradujeron a la lengua árabe las obras de los filósofos y médicos de Grecia y Roma Antiguas

legándolas a las futuras generaciones. Entre ellos se destacó particularmente Ibn-Sin o Avicena (en español). Fue un eminen-

te científico, médico, poeta y hombre de Estado, dirigente de la ciencia y enciclopedista cuyos escritos abarcan los problemas fundamentales de la segunda mitad del feudalismo. Escribió más de cien obras, entre las que destaca su “Canon de la Medici-na”, el mejor tratado de medicina del feudalismo, escrita hacia el año 1000 de nuestra era. Su concepto del organismo humano es el siguiente: “El organismo humano no está dirigido por tres órganos (Trípode de Platón) sino por cuatro: Corazón, hígado, cerebro y testículo (Cuadrilátero de Avicena).

El Renacimiento Europeo (Siglos XVI y XVII)

Renace todo tipo de ciencia y arte. Es el “renacer” de las ciencias antiguas. Se rompe con el dominio y dictadura de la esco-

lástica, iglesia o clero. Se acentúa la lucha ideológica entre dos clases de hombres, la idealista, que subordina la ciencia a la idea de “autoridad”, a la que no se puede discutir nada por ser la “autoridad” (tradición medioeval, tradición feudal-clerical), y la materialista, que criticaba la idea de “autoridad”. Las ideas de Galeno son “la máxima autoridad”, y el Renacimiento de-

muestra cientos de errores de Galeno, asumidos por la iglesia (la escolástica). La escolástica de “palabras y signos” es susti-tuida por el estudio “objetivo” del cuerpo humano. El Renacimiento “rompe el miedo ante el cadáver y sienta los cimien-tos de una concepción acertada sobre la estructura y las funciones del cuerpo humano”.

J.H. de La Mettrie (1709-1751)

Médico francés de la primera mitad del siglo XVIII (dieciocho). Consideraba al organismo humano (Hombre) “como una especie de máquina animada”. Autor del tratado “El Hombre Máquina”, de esencia atea, por la publicación de esta obra sufrió ataques y persecuciones de los clericales (la iglesia, la religión). Simboliza la mayor representación del pensamiento francés materialista “mecanicista”. El materialismo francés del siglo XVIII luchando contra el idealismo y la religión, arrancó del hombre el laurel de la creación divina y demostró que toda la naturaleza, inorgánica y orgánica, incluyendo al Hombre, está sometida a leyes comunes. Puesto que en aquella época, de todas las ciencias sólo la “Mecánica” era la más desarrollada, di-chas leyes generales se limitaban a las leyes de la Mecánica, por lo que el propio materialismo francés fue mecanicista.

La Mecánica es la ciencia que estudia las leyes del movimiento, las fuerzas y sus acciones que no tienen efecto químico. Es el estudio de las máquinas, de su construcción y funcionamiento. El “mecanicismo”, es el sistema que explica los fenómenos vita-

les por las leyes de la Mecánica. Estos fenómenos no pueden ser explicados por simple mecánica; los alemanes, con Carlos Marx y Federico Engels a la cabeza, y los científicos rusos, los explicaron mediante las leyes de la dialéctica.

Giovanni Morgagni (1682-1771)

Anatomista italiano, creador de la anatomía patológica al comparar el cuadro de las manifestaciones patológicas con las modi-

ficaciones anatómicas; consideraba al organismo en su conjunto (Hombre) como “una mera suma mecánica de órganos”.

M. F. X. Bichat (1771-1802)

Anatomista francés para quien el Hombre era “una suma mecánica de tejidos”; sentó las bases de la histología (ciencia de los tejidos); eran los tejidos los que enfermaban y no los órganos, como sostenía Morgagni.

Rudolf Virchow (1821-1902)

Estadista, anatomista, morfólogo e investigador alemán; estudió la célula normal y enferma; se le considera el padre de la cito-logía y de la citología patológica. Era su creencia de que el organismo humano (el Hombre) era como “un estado federal de células, en donde territorios celulares eran independientes de otras partes del cuerpo”. Los materialistas dialécticos ven “vita-lismo” en este concepto que apropia de vida a “determinados territorios celulares”. Se mantuvieron como verdaderos durante casi 100 años (un siglo), siendo derrotados por el “nervismo” del ruso Iván P. Pávlov, y su concepto de integridad nerviosa del organismo humano.

Iván Pávlov (1849-1936)

Científico y fisiólogo ruso, creador de la teoría de los reflejos condicionados y de la integridad nerviosa del organismo. Su concepto del organismo humano (Hombre) es el siguiente: “El Hombre es una máquina, un sistema inevitablemente subor-dinado a las leyes de la naturaleza; .pero es un sistema único por su autorregulación suprema, un sistema con un grado de au-toorganización que se sostiene por sí mismo e incluso se perfecciona”.

Concepto Cibernético del Hombre

El Hombre es una máquina cibernética capaz de auto-dirección”.

Con el desarrollo de la cibernética se comprobó que una característica fundamental de las máquinas era su “capacidad de dirección”. Si esto era posible en la mecánica de las máquinas era mucho más comprensible en un organismo vivo. Definido como una máquina con una autoorganización suprema (Pávlov) era susceptible de tener auto-dirección. La tesis del sabio materialista ruso de principio del siglo XX quedaba así confirmada, el Hombre es un sistema, una máquina “cibernética” no sólo capaz de auto-dirección sino al mismo tiempo de auto-perfeccionamiento. El organismo humano no sólo se auto-dirige sino que se auto-perfecciona. Tal es el último pensamiento sobre el Hombre tanto en el siglo XX como en el siglo XXI.

La cibernética es la ciencia de las máquinas, llamada también robótica, o ciencia de los robots, son las extraordinarias máqui-nas de esta época histórica denominada post-modernismo. La computadora es la máquina por excelencia creada hasta hoy por el Hombre, criatura que ha sido comparada con los dioses (“El Hombre, sostiene la Metafísica es una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios”). De modo que el Hombre es “semejante” a Dios por definición metafísica.

Hombre-semejante-a-Dios Dios-semejante-a-Hombre Dios-crea; el Hombre-crea Hombre = Dios Dios = Hombre

El filósofo alemán Federico Nieztsche (1844-1900) sostiene que “el Hombre es Dios”. Los dioses no existen, nunca han existido. El concepto de Dios existe porque existe el Hombre. Dios es una “creación” del Hombre. El “Super-Hombre”, viene a sustituir el concepto de Dios. Es célebre su frase “Dios ha muerto”. Lo que existe es la materia, que está en constante movimiento y cambio (desarrollo). El Hombre no es más que una materia altamente desarrollada.

Los antiguos egipcios creían en esta doble condición de Hombre y Dios, de Hombre y Divinidad; se podía ser al mismo tiem-po un dios y un Hombre, dios y rey, dirigente de su pueblo. Los egipcios, sometidos por los romanos pasan sus creencias a Roma, que separa el concepto de dioses por el de un solo dios (del politeísmo al monoteísmo). El cristianismo es la nueva doctrina del Imperio Romano que la impone desde el Estado con su emperador Constantino I, converso al cristianismo; en ella reaparece la vieja concepción egipcia de la dualidad Hombre-divinidad. Para los cristianos, el llamado “Cristo” o “Mesías”, es a la vez Dios y Hombre verdaderos. Al mismo tiempo es “rey”, como en el antiguo Egipto. Lo que el cristianismo cataloga de absurdo para otras creencias humanas antiguas, lo acepta como verdad absoluta (dogma) en su propio credo. De perseguidos en el Imperio Romano, los cristianos pasan a ser perseguidores desde posiciones de Estado, hasta nuestros días. Más de dos mil años de esta nueva historia del Hombre.

Concepción Materialista del Hombre

El organismo (el Hombre) es la unidad superior de los cuerpos albuminoideos que tiene la capacidad de metabolismo con el medio que lo rodea, de crecimiento y de multiplicación. Constituye un sistema históricamente formado, íntegro, en continua va-

riación, que posee una estructura y desarrollo particulares; vive solamente en determinadas condiciones del medio ambiente, a las que está adaptado y fuera de las cuales no puede existir”. En la vida del organismo el momento esencial es su continuo me-

tabolismo con la naturaleza externa que lo circunda. Con la suspensión del metabolismo, se suspende también la vida (Federico Engels, filósofo alemán).

Carlos Darwin (1809-1882)

“El Hombre es la forma animal más preponderante que ha aparecido en la tierra; aún en el estado más imperfecto que exista actualmente, es el que se ha esparcido con mucho más profusión que tipo alguno de organización elevada”.

En su libro: “El Origen de las Especies”, demuestra genialmente la variabilidad de las especies animales en el proceso de adap-

tación a las condiciones de existencia.

V. Franklin

“El Hombre es un animal que elabora instrumentos”. Esta definición clásica del Hombre de V. Franklin, aceptada por el filó--

sofo Carlos Marx, refleja dos aspectos, el biológico, cuando dice “…es hombre es un animal…”, que indica la afinidad del Hombre con el mundo animal, y el social, cuando expresa “…que elabora instrumentos…”, lo cual destaca su naturaleza social. Por tanto, es indispensable tomar en consideración la importancia dirigente de las condiciones sociales en el desarrollo del Hombre. Por eso la anatomía humana rebasa la biología y entra en contacto con las ciencias sociales.

Definición de Anatomía

La Anatomía es un desprendimiento de la biología o ciencia que estudia la vida y su origen. Podemos definirla de modo gene

ral como la ciencia que estudia la estructura de los organismos vivos. Referido al organismo humano, es la ciencia que estudia la estructura del organismo humano. Hay que diferenciar dos tipos de anatomía: La Anatomía Clásica y la Anatomía Moderna.

Anatomía Clásica: Llamada también “descriptiva” o vieja anatomía, es aquella que describe todas las partes o estructuras del organismo. Se circunscribe a eso, a describir, sin importarle otra cosa; le interesa tan sólo cómo es la estructura u órgano, su forma, su longitud, su color, sus inserciones, donde nace, donde termina, su orientación, si va de derecha a izquierda o de arriba hacia abajo, si es superficial o profundo, si está arriba o debajo, si es interno o externo, o que otra estructura limita con ella; si tiene prominencias, depresiones o agujeros, si estos son redondos u ovalados, grandes o pequeños, si la estructura es triangular, alargada, corta, plana, voluminosa, de un vientre o más, si tiene un tendón o varios; describe tal o cual forma pero sin preguntarse por qué es así o que determinó esa forma. La anatomía descriptiva o clásica se agota en su propia descripción.

Anatomía Moderna: Es nombrada “nueva anatomía”. Se define como “la ciencia que estudia no sólo la estructura del orga-nismo humano sino al mismo tiempo la función de esa estructura”. Como vemos la nueva anatomía oponiéndose a la vieja anatomía agrega una nueva categoría: la función. Existe una unidad dialéctica entre estructura y función. Estos conceptos son inseparables en la práctica y sólo están separados en teoría para fines didácticos. Al mismo tiempo ambos se influyen mu-tuamente, “la estructura influye a la función” y “la función a su vez, influye a la estructura”. En el organismo no existe una es-tructura que no tenga una función, o dicho de otra forma, no existe una función que no esté representada en una estructura. La estructura es la forma, la materia; la función es el movimiento (el trabajo) de esa materia. En la vida de un organismo la función lo es todo. Un “órgano” no es más que el producto de su propio trabajo; crea su forma en el trabajo” (Prives, Engels).

La anatomía moderna relaciona la estructura con el medio externo e investiga las leyes que rigen el desarrollo de esa estructu-ra con respecto a funciones y el medio ambiente. La vieja anatomía sólo se ocupaba de un problema y era de cómo está dis-

puesto el organismo limitándose a la descripción de las estructuras (de ahí su nombre) sin relacionar forma y función ni las le--

yes de desarrollo del organismo. En cambio la anatomía moderna no sólo describe sino que también generaliza. Para la vieja anatomía la descripción es su finalidad, pero la anatomía nueva o moderna trata de aclarar no sólo cómo esta dispuesto el or--

galismo sino por qué tiene esa estructura. Para hallar la respuesta a esta pregunta, la anatomía moderna estudia las relaciones tanto interna como externa del organismo.

Ramas de la Anatomía

Al irse desarrollando, la anatomía fue acumulando numerosos datos que al agruparse en sus aspectos similares fueron dando origen a ramas de la anatomía; así surgieron las siguientes:

Anatomía Comparada

Es la rama de la anatomía general que se encarga del estudio de la relación existente entre la anatomía humana con las formas anatómicas de los otros animales que le precedieron. El organismo del Hombre no constituye algo acabado o invariable, por el contrario, se encuentra en constante transformación desde el momento del engendramiento. El Hombre, no fue siempre como es en la actualidad, ni será en el futuro como es hoy. Aparte de eso, el humano como especie, es el producto de una larga evolución que revela afinidad con otras formas animales, por eso la anatomía no sólo estudia la estructura del humano contem-

foráneo sino cómo se formó en su desarrollo histórico. Así tenemos otra ciencia nueva que se formó de la anatomía.

Filogénesis

Es otra ciencia nueva formada de la anatomía. Procedente de los vocablos griegos “filón”= género, y “génesis = origen, pode-

mos definirla como “el estudio del desarrollo del género humano en el proceso evolutivo de los animales”. Para el estudio de la filogénesis se usan los datos de la anatomía comparada, que relaciona o compara estructuras de los distintos animales con la del Hombre.

Morfología Evolutiva

3 comments:

Hamilton Garcia said...

magnifico aporte. listo para el examen.

bibiana said...

hola! excelente información, podría decirme cuál es la enfermedad aristótelica?

Unknown said...

Excelente resumen. Gracias profesor.Dios=
Hombre=Dios=Díos crea=el hombre crea