Sunday, October 01, 2006

EL ESTIMULO DEL HOMBRE

EDITORIAL


El estímulo del Hombre (del “homo-sapiens”), son sus ideales. Cuando estos no existen, entonces es el dinero o su representación: Un objeto, un servicio. La historia del hombre, es la historia de la libertad y la igualdad.

Mucho se ha hablado de la “sociedad comunitaria”, Tomás Moro, presentó en su obra “Utopía”, un modelo de sociedad justa. Filósofos posteriores siguieron trabajando sobre esa idea. Se llegó bien pronto al siglo XVIII, momento en que Carlos Marx y Federico Engels, dos filósofos y economistas modernos, plantearon su tesis sobre la sociedad socialista, idea más elaborada de la sociedad comunitaria y de la “utopía” de Tomás Moro.

El asunto estribaba en que los hombres, una especie animal superior, había evolucionado biológica y socialmente, desde la sociedad tribal, seis, siete siglos ante de nuestra Era (a.n.e.), o como prefieren denominar otros ante de la Era cristiana (a.c.), hacia una sociedad esclavista, en donde había una clase que mandaba y otra que obedecía.

El músico Carías Lavandier, sanjuanero por adopción, solía decir que en la vida existían dos tipos de hombres: “Culo y Foete”, recomendando a todos tratar de ser siempre, “foete”. Tal es, más o menos, la filosofía llamada “pragmática” que practican muchos.

Como el hombre es un “animal político” (decía Aristóteles en la antigua Grecia, 300 años antes de nuestra Era, o antes de Cristo, para otros), cuando hace política, lleva este esquema a su “partido”, arrastra ese esquema en su accionar político. Si “gana”, también lo aplica y se olvida del resto.

De modo, que la base del accionar político nuestro, son las injusticias y los privilegios. Por eso, a un cínico que no era griego, pero que conocía a perfección a los griegos y escribió incluso un libro con el sugestivo título de Grecia Eterna, creó un partido con la mentira emblemática de “Sin Injusticias ni Privilegios”, cosa que gustó a muchos y benefició a muy pocos.

Después, otro dijo: “Manos Limpias”, y se las ensució no sólo de dinero corrompido y corruptor, sino de sangre, ordenando desde la presidencia de la República, disparar al corazón o a la cabeza de un pueblo con hambre que protestaba por hambre. Sus propios miembros, terminaron asqueándose y formando tienda aparte, declarando públicamente, que ex – presidentes con ambiciones re-eleccionistas desmedidas corrompieron hasta la médula de los huesos a ese partido que ya no tenía futuro.

Un último partido, que predicaba la “liberación nacional” (¡sin armas en las manos! ¿Cómo era posible?); dar trabajo, pan, salud, educación y libertad, desde el mismo momento que hizo un acuerdo desde la Cámara de Comercio Americana con los empresarios del país, enemigos naturales de la clase trabajadora que produce toda la riqueza nacional, declaró su doble moral e hipocresía. Ese mismo partido, en medio de tantas deficiencias –que ellos dicen heredadas del pasado-, pero que prometieron a “las masas” que de ser favorecidos por “ellas” resolverían todos esos problemas, ahora también hablan y preparan una nueva RE-ELECCION. ¡Qué necios y testarudos resultan los políticos!

Hoy día pretenden hacer una “revolución” con el sacrificio de los otros, poner a “progresar” al país, con el “trabajo de los otros”, llenar los ojos de las gentes con fantasías e irrealidades, cual mago engatusador de su público sacándole palomas de un sombrero. La propaganda vende sólo una parte del tiempo, pero no todo el tiempo. Y el tiempo se está cumpliendo, y cada día salen más cosas parecidas a la de los otros políticos que les antecedieron; y se comprueba cada vez más que hay tantas injusticias y tantos privilegios como siempre los ha habido.

Y mucha, mucha gente sin trabajo, Y mucha, mucha gente sin pan. Y muchos, muchos niños y jóvenes sin educación. Y unos cuantos con varios trabajos y varios salarios. Y unos pocos con salarios de lujo en una patria donde hay seres humanos que no han probado bocado a las tres de la tarde. Y muchos arreglos económicos sobre papeles. Y mucho progreso en las pantallas de los televisores. Y mucha ofensa, ¡porque ya ofende!, que ¡es pa’lante que vamos! Y mucha ineptitud, camuflageada de ciencia y técnica modernas. ¡Y muchas mentiras que empiezan también a llenarnos la saliva de asco!

1 comment:

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