Por: Santiago Suvarov
A: Elías Michelén Embarek, y sus “Tiempos Posmodernos”
Con los cambios que se van operando en la sociedad, sin darnos cuenta, va cambiando la conducta de la pareja humana. El hombre cambia. La mujer cambia. Todos cambiamos. Ya los valores de ayer no son los mismos de hoy.
Hay quienes sostienen que hay que cambiar, para bien o para mal.
Nosotros planteamos algo más concreto: Todo cambio debe ser para bien.
Aunque se quiera en un acto de “voluntad” no podemos impedir que todo cambie, que la materia se mueva. No olvidar que la vida es un estado incesante de movimiento, billones de partículas materiales en un estado infinito de actividad vital.
Aún las piedras se mueven. Y las raíces de los árboles. Y el cadáver fresco en la funeraria. Los huesos de nuestros padres bajo una patriótica guácima. Todo se mueve. Todo vive en un eterno desprendimiento de energía cinética.
Tambien cambia la fe de las gentes, y cambian los depositarios de la Fe de las gentes. los templos sacralizados sucumben ante la verdad real del conocimiento. Cuando cae el velo de la ignorancia bajo la cual nos educaron, caen los Dioses tan irreales como los antiguos Dioses “paganos”.
Ahora no se dice: “Dioses paganos”, sino “! páganos, Dioses...!
Y cobramos con nuestra ciencia, con la ciencia de todos, todo lo que se nos debía desde los ancestrales milenios de la historia.
Basta “comer del Árbol de la Ciencia del bien y del Mal. Porque de estos dos Elementos está hecha la Historia del Hombre. La Historia de la Mujer. Nuestra Historia.
Basta “comer de este árbol”, del cual se alimentan los representantes de los Dioses (negando este “alimento” a los demás), y en el acto quedan al desnudo Los “representantes de los Dioses”, que no son más que elites de zánganos si destino y sin fe, entregados al arte de confundir con sus explicaciones cosmogónicas, con sus teorías sobre el “ser” y la “Nada”.
Ley inviolable descubierta por el Hombre (no creada por él, ya que ella misma existe fuera de su voluntad), es la de “acumulación del conocimiento” y el “salto cualitativo”. “Sólo entendemos una cosa, cuando se ha acumulado una cantidad “determinada” de conocimientos, y sólo entonces”. Antes no se puede dar el “salto” a un conocimiento “dado” ( ¡ el que usted quiera o elija !).
Una vez dado este paso en el avance “del conocer”, el saber”, ya no habrá marcha atrás.
Los antiguos filósofos chinos (una de las etnias más antigua sobre el planeta, descubridora entre otras cosas de la agricultura y la astrología), sostienen desde su antigüedad milenaria que “la humanidad avanza en espirales ascendentes, contrario al avance en circulo o ciclo” de otros. ¿O son las “espirales chinas”, círculos, ciclos nuevos que se abren tan pronto “se cierra” el anterior?
De todas formas, el movimiento de la vida es ascendente, cualitativamente superior al que le precede.
¿En dónde estriba las diferencias?
En que las “elites” (incluidas en primer lugar la religión y el ejército), abusan y se apoderan para sí de las conquistas de la humanidad.
Porque se haya inventado el Pan, no todo el mundo disfrutará de ese bien. Tampoco de los salarios, el bienestar, los puestos de trabajo, la salud.
He ahí el meollo de toda filosofía, de toda religión, de toda organización del estado, de todo ejército al servicio de la opresión y las dictaduras, de todo totalitarismo ilustrado, de toda democracia, del socialismo nuevo que habrá de resurgir.
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